¿Idiomas en casa o en la academia? Las modalidades de enseñanza de idiomas, a examen.
El lenguaje es una habilidad innata. Los bebés no necesitan profesores, métodos ni academias: les basta con escuchar e imitar a los demás. Pero si pasan sus primeros años completamente aislados, como ha sucedido en casos extremos, jamás aprenden a comunicarse con normalidad. Nuestro cerebro de adultos no es tan receptivo, pero funciona de manera similar. Necesitamos gente con la que hablar. Por eso la enseñanza presencial sigue siendo la opción más popular. Pero ojo: no todos los centros tienen la misma calidad, y los métodos a distancia vienen pisando cada vez más fuerte gracias a las nuevas tecnologías.
Centros presenciales
Ofrecen el mayor grado de contacto personal, algo a tener muy en cuenta, puesto que al fin y al cabo un idioma sirve para eso, para comunicarse.
Sin embargo no todos los alumnos aprovechan esta ventaja en la misma medida. A menudo los más tímidos participan poco y dejan que otros compañeros lleven el ritmo de la clase. Para sacar partido a esta modalidad, es imprescindible dejar en casa la vergüenza y el miedo a equivocarse.
Otra ventaja de las clases presenciales es que proporcionan regularidad y obligan a una cierta disciplina. No obstante, algunas personas pueden sentirse agobiadas por una dinámica que les recuerde a sus años escolares.