La Universidad de Málaga ha aprobado una medida con la que cada profesor decidirá cuándo y cómo tendrá en cuenta la asistencia del alumno en clase.
Desde este curso han sido el Espacio Europeo de Educación Superior y el plan Bolonia los que imponían que asistir a clase eraobligatorio y contaba como elemento de evaluación. La UMA se opone a esta medida y establece que a partir del próximo curso el profesor decidirá si es obligatorio o no ir a sus clases. El docente decidirá si puntúa la asistencia o no.
La UMA ha tomado esta decisión tras tener que establecer diferentes métodos para controlar la asistencia de los alumnos. Este el ejemplo de la Facultad de Medicina, en la que los alumnos usan un mando a través del cual responden a las preguntas del profesor durante las clases. Por otro lado, la Escuela de Ingeniería Industrial ha desarrollado un sistema de control mediante la huella digital.
A partir de ahora los profesores tendrán que dejar de idear estos ingeniosos sistemas siempre que lo deseen.
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