La ministra Cristina Garmedia ha declarado que el borrador de la nueva ley de Ciencia contempla acabar con las becas a investigadores a cambio de convertirlas en contratos laborales.
La medida pretende que los investigadores tengan contrato desde el primer día laboral, algo que afectaría sólo a aquellos programas auspiciados por el ministerio.
La reestructuración de la carrera científica intentará hacer más atractiva la investigación para los estudiantes, de manera que se promocionen sus logros y puedan desarrollar una carrera estable, predecible y basada en méritos reconocidos socialmente.
El borrador de la nueva Ley para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación será presentado por el ministerio en sustitución a la ley de 1986. La nueva norma tiene como objetivo potenciar la capacidad investigadora de las universidades de nuestro país, facilitando la movilidad de investigadores entre universidades, empresas y organismos públicos de investigación.
Durante los seis meses de mandato de España en la Union Europea, Garmendia se empleará a fondo en la mejora de la movilidad de estudiantes dentro del marco de la UE. Su intención es integrar la ciencia y la innovación en las políticas europeas y reducir la burocracia de los programas, que actualmente tiene una fuerte carga administrativa.
El mandato de la ministra de Ciencia e Innovación no ha estado exento de polémica. Sus decisiones han causado continuas críticas. Desde el descenso en los presupuestos destinados al I+D+i, hasta las críticas directas a su política desde publicaciones tan prestigiosas como la revista Nature.
Cristina Garmendia ha declarado que durante su mandato trabajará para mejorar el crecimiento económico porque «invertir en ciencia es invertir en economía».
El impulso a la investigación española
La investigación es uno de los aspectos más importantes de un campus universitario, sin embargo muchos de los proyectos desarrollados pasan desapercibidos y no gozan de un justo reconocimiento social.
La situación de la investigación en España aún está atrasada con respecto al
resto de Europa, tanto en recursos humanos como en inversión de proyectos o patentes. Mucho se ha hablado de la «fuga de cerebros» de investigadores españoles hacia otros países del mundo con un nivel muy superior en investigación y en los que se sienten más reconocidos.
Lo más importante es que esta «fuga de cerebros» es permanente en la mayoría de los casos. Muchos investigadores acuden a otros países para ampliar conocimientos tras lo estudios del doctorado y se encuentran con que no pueden volver a España, dada la situación de la investigación.
Asociaciones como Joves Investigadors o la Federación de Jóvenes Investigadores (que comenzó su actividad el año 2000) se dedican a denunciar las precarias condiciones de los investigadores españoles y luchan por mejorar la situación del colectivo.
Iniciativas como la web «Precariosbecarios» quieren dar a conocer la situación precaria en la que se encuentra el colectivo investigador. Más de 200.000 personas ya se han sumado al manifiesto «No más becas por trabajo», promovido por la página, que denuncia aquellas ayudas al estudio que en realidad encubren una relación laboral que debería sustituirse por un contrato.
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