¿Interactivos o asincrónicos? La formación adaptada a las nuevas tecnologías

Cerradura INTERNETA mediados de los años 90 surgió un nuevo concepto de televisión, la televisión interactiva, en la que los usuarios por fin podían interactuar con sus programas favoritos, sin moverse de su sofá favorito y con el simple uso de un mando a distancia. Sin embargo, esta iniciativa en poco tiempo demostró ser un fracaso.La supuesta interacción se limitaba a contestar unas preguntas sobre tus personajes favoritos, poder elegir una serie objetos para comprar y pocos alicientes más.

¿Cuál fue el motivo de este fracaso? Muchas fueron las teorías, desde unas que culpaban a la tecnología, que no estaba suficientemente desarrollada hasta otras que decían que la implementación no fue suficientemente alta. Sin embargo hubo otras que posiblemente fueran más acertadas, que no hablaban de tecnología, sino de lo que la gente esperaba con la interacción. Cuando al público le gusta una serie, o cualquier tipo de programa de televisión, lo que quiere es verlo, escucharlo, disfrutarlo en el modo que él prefiera, sin estar pendiente de distracciones o sin tener que perder el hilo porque tenga la obligación de poner su foco de atención en otro lugar de la pantalla. Lo que el público quiere es sentarse cómodamente a ver su programa favorito, no interactuar con la pantalla.

La interacción en Internet

Si la era de la televisión trajo el zapping y la interacción como toma de decisión de qué contenido ver en tiempo real, la era internet ha traído la interacción como toma de decisión de qué contenido ver de forma asincrónica. Podemos acceder a cualquier contenido en cualquier momento, sin esperar a que alguien decida por nosotros qué se emite en este preciso momento.

Volviendo al ejemplo de la televisión interactiva, Lo que el público buscaba, era interactuar con el programa mismo. Fue entonces cuando surgió y triunfó la telerealidad. Gran hermano, Operación Triunfo, Supervivientes… una serie de programas donde por fin el público se sentía protagonista, donde la interacción es real, pero sobre todo, donde la interacción no es en tiempo real, sino que es asincrónica.

Tenemos páginas web donde podemos acceder a información en tiempo real las 24 horas del día. Tenemos canales como twitter o facebook donde se publica información de forma periódica. Y lo más importante, uno mismo, como usuario, puede modificar o aumentar ese contenido, y en el peor de los casos, hay foros, blogs y webs no oficiales donde puedes opinar todo lo que quieras sin ningún tipo de censura.

Nuestra sociedad es interactiva. Pero si interactuar en tiempo real fue el gran reto de principios de siglo, en esta segunda década esto ya ha sido superado y no es suficiente. Tenemos la necesidad de interactuar en cualquier momento, en cualquier lugar y afectar a los resultados globales. El nuevo modelo de interacción ya está aquí.

¿Cómo debe ser la formación en nuevas tecnologías?

Si este es el modo de proceder de las nuevas generaciones, esto nos lleva a plantearnos cómo debería ser su formación. ¿Estamos preparados para una educación acorde a los tiempos y más aún en cuanto a Internet y las nuevas tecnologías?

La conferencia de la Unesco sobre educación superior a finales del siglo XX ya marcaba una clara dirección. La clase magistral, donde el conocimiento se transmite en tiempo real desde el experto emisor hasta el alumno receptor, se ha de ver desplazada por un nuevo tipo de profesor, donde su papel es más de facilitador, y donde la relación con el alumno es asincrónica.

El conocimiento no se limita a transmitirse por un solo canal en un momento dado, sino que está disponible en todo momento y circula en varias direcciones y por varios canales. De hecho, en el nuevo modelo de enseñanza el propio alumno crea sus propios canales de adquisición, elaboración y distribución de conocimiento, y aunque siempre apoyado por el profesor, tiene una parte muy activa dentro del proceso de aprendizaje.

Por ejemplo, en el Máster Oficial de Creación, Diseño e Ingeniería Multimedia de la Salle-URL se apuesta por una enseñanza asincrónica. Las clases eminentemente prácticas, donde los ejercicios se basan en crear proyectos dentro de un entorno realista, en ocasiones con empresas reales, apuestan por una enseñanza multicanal, asincrónica y donde el alumno es guiado a través de un proceso, pero donde el resultado depende del camino escogido por el propio alumno. La motivación del alumno es alta ya que se le está ofreciendo un modelo de aprendizaje acorde a su modo de vida habitual, usando las herramientas que usa para su ocio y sus relaciones personales.

Autor: profesor Emiliano Labrador Ruiz de la Hermosa
error

¿Te gusta nuestro trabajo? Ayúdanos a darlo a conocer y mantener el sitio gratis :)

RSS1m
Follow by Email570k
Facebook0
Twitter453
LinkedIn334
Share
WhatsApp20