Uno de los motores de nuestra economía son las pequeñas y medianas empresas. El tejido de pymes español es muy denso y la gran mayoría de ellas basa su existencia en la venta: de productos, de servicios, de imagen… Fernando S. Salinero es experto el ventas y en liderazgo. De hecho a finales de este mes realizará la conferencia ‘Liderazgo y Excelencia Empresarial’ en el marco del congreso Coaching para el Futuro. Antes de la ponencia hemos podido hablar con él y esto es lo que ha compartido con nosotros.
– ¿En qué se caracteriza el nuevo modelo empresarial?
Te voy a dar dos posibles respuestas. En qué se caracteriza y en qué se debería caracterizar. A la primera te diría que se caracteriza por el desconcierto, todo lo que era seguro se está derrumbando y los que se creían más fuertes se ven inermes, y los que no estaban acostumbrados a ser valientes encuentran ahora más motivos para ser cobardes, y, paradójicamente, contestando a la segunda opción, el nuevo modelo empresarial se va a caracterizar por superar el paradigma espacial (se acabaron los conceptos locales – vivimos en el mundo), el paradigma contractual (la relación empresario – empleado es una rémora para ambos), el paradigma “seguridad” (se ha terminado la quimera de que sé lo que me va a ocurrir: jubilación, subsidio de desempleo… ). Quien se posicione bien tiene infinitas oportunidades en un escenario tan abierto.
– ¿Qué errores cometen las empresas en nuestro país y cómo podemos detectarlos?
Principalmente lo englobaría en tratar de gestionar en el siglo XXI, como se hacía en el siglo XX, desde la gestión de personas, a los planteamientos estratégicos y al concepto de la venta y comercialización de sus productos y servicios. ¿Cómo detectarlos? Pregúntales cuáles son los principales cambios que han hecho en los dos últimos años y por qué. Te mostrará sus prioridades.
– ¿Qué consejos le daría a alguien que quiera poner en marcha una empresa?
Que escuche a gente que sepa, que escuche al mercado, que escuche mucho a sus clientes, que no son tiempos para pensar en uno, sino en lo que quieren los demás, que confíe en su fuerza, pero no sólo en sus conocimientos (ignoramos muchas más cosas que conocemos), que se prepare para las dificultades, que van a ser su escenario principal, que aprenda a priorizar. Bueno, son tantos los consejos a dar. Que aprenda mucho, que aprenda cosas todos los días.
– ¿Cómo tiene que ser un directivo hoy en día para triunfar? ¿Qué hay que tener para ser un buen líder?
Tener clara la dirección en la que avanza, aprender a comunicarla, pensar continuamente en los demás sin caer en el paternalismo. Ayudar a crecer a los que te rodean en la medida que los demás quieren y se responsabilizan de su crecimiento. Elegir bien a las personas que compongan sus proyectos. Dejar los castillos en el aire para los que hablan mucho y hacen poco. Servir a los demás, desde la responsabilidad.
– Hasta hace unos años no se hablaba de liderazgo. El concepto de directivo era distinto al de ahora, dónde el liderazgo tiene un papel cada vez más importante ¿Por qué los directivos deberían ser buenos líderes?
La respuesta es muy sencilla, la otra alternativa (no ser líder) ocupa tantos recursos, que a medio plazo se vuelve insostenible. Sólo van a quedar los proyectos intensamente liderados, o desde el otro punto de vista, sólo van a quedar líderes con proyectos sólidos e interesantes.
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