Sabemos que es posible aprender de muchas maneras. Con vídeos, a través de audios, con metáforas… Lo que acabamos de saber es que también es posible aprender mientras dormimos. Y no se trata de dormirse escuchando la lista de los verbos irregulares en inglés para aprendérnosla, sino que después de dormir asimilamos mejor una información nueva.
Así lo explica un grupo de investigadores de la Universidad de Northwestern. Para elaborar el estudio hicieron pruebas a través de las que pudieron comprobar que cuando dormimos mejoramos nuestras habilidades o reforzamos un nuevo conocimiento adquirido. 90 minutos es el tiempo que han estimado los investigadores que hace falta para lograr este cometido.
El autor del estudio indica que cuando tomamos una siesta después de haber aprendido algo nuevo, perfeccionamos la habilidad adquirida. No es que aprendamos cosas nuevas mientras dormimos, sino que las que acabamos de aprender se asientan y se refuerzan. Así, el cerebro, según los investigadores, recuerda mejor las cosas verdaderamente importantes.
Por este motivo, si estás haciendo cursos de formación, estudiando para hacer un examen o bien preparándote para unas oposiciones, no descuides tu descanso. Una buena siesta puede hacerte sacar mejor nota.
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