Casi todos los profesionales tienen que pasar por un período de prácticas en una empresa. Es una oportunidad para poner en práctica la teoría aprendida en la universidad y para las empresas es una forma de ampliar su equipo, formando a su personal desde la base y con el estilo de la compañía.
Aunque a veces las expectativas no se cumplen por ninguna de las partes, las prácticas empresariales pueden ser muy beneficiosas, sobre todo para el becario. A continuación os damos unas cuantas pautas para sacar el máximo partido a las prácticas profesionales en una empresa:
– Motivación: una actitud proactiva y una gran motivación por el trabajo favorecen muchísimo la formación y el aprendizaje.
– Curiosidad: para aprender es necesario preguntar, querer ir más allá de lo que por defecto enseñan los tutores.
– Profesionalidad: ir vestido correctamente y mantener un trato formal con los superiores favorece la imagen del becario en la empresa.
– Superación: tener ideas propias o proponer nuevas estrategias son herramientas del becario para demostrar su valía.
– Respeto: es fundamental respetar tanto a los superiores como a los compañeros, pero también defender el respeto hacia uno mismo.
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