Descubre tus habilidades y marca unos objetivos
El buscador de empleo debe ingeniárselas para conocer y mostrar sus mejores habilidades. Sacar partido de estas habilidades profesionales que toda persona posee es una de las consideraciones esenciales para buscar o cambiar de empleo.
Todos los expertos recomiendan una autoevaluación antes de redactar el currículum vitae y realizar el mailing para conseguir entrevistas. Si no conocemos nuestras habilidades y aptitudes, si no sabemos cual es nuestro potencial humano y profesional, no podremos vendernos como el profesional que está buscando la empresa.
Una autoevaluación periódica de nuestro potencial profesional es la mejor táctica para no quedarse obsoleto en el mercado laboral:
– Descubrirse uno mismo. Análisis de nuestro recorrido personal, académico y profesional. Realizar un inventario sobre estos tres aspectos nos da una idea de nuestros logros a explotar y de nuestras carencias a suplir.
– Nuestro «yo» futuro. Qué quieres hacer y qué puedes hacer. Nuestras preferencias para desarrollarnos profesionalmente deben ser consecuentes con nuestro desarrollo personal. Marcar los objetivos profesionales para los que somos adecuados. Plantearse metas no adecuadas a nuestro perfil es una pérdida de tiempo.
– Dónde podemos desarrollarnos. Sectores y áreas donde poder desarrollarnos profesionalmente y búsqueda de información al respecto. Examinar todas las posibles formas de contacto y herramientas de búsqueda.
Conociéndonos bien sabremos situarnos en el mercado laboral que nos corresponde. Así, una vez que tengamos claro nuestro perfil profesional y nuestro nivel formativo, nos dirigiremos hacia el segmento de mercado al que realmente pertenecemos, por lo que nuestras acciones tendrán futuro y no estaremos esforzándonos en balde. No está de más hacer una análisis de las empresas más apropiadas para solicitar trabajo.
El siguiente paso será recabar la mayor información que nos pueda favorecer. Buscar empleo requiere casi el 100% de nuestra atención. Una dedicación total reducirá el tiempo de búsqueda y aumentará las posibilidades de conseguir un trabajo que se adecue a nuestro perfil personal y profesional.
El primer paso consiste en preparar atentamente cada una de las ofertas que nos interesan y poner especial cuidado en confeccionar las herramientas básicas que todo buscador de empleo debe utilizar obligatoriamente: el currículum vitae y la carta de presentación. Ambas herramientas deben adaptarse a los requisitos que se exigen en cada una de las ofertas.
Una lectura atenta de las ofertas puede dar ciertas pistas sobre el perfil que se está demandando. Aunque no siempre se cumplan al cien por cien los requisitos que se exigen en cada una de las ofertas, no hay que rechazar ninguna oferta por este motivo. En estos casos, se deben realzar las cualidades y omitir las carencias.
Organiza tu búsqueda de trabajo
La labor de la búsqueda de empleo no termina al enviar nuestras solicitudes a las empresas. Llevar un control estricto de todas nuestras acciones al respecto nos ofrece la posibilidad de enmendar fallos en el futuro y perfeccionar alguna de nuestras acciones.
Preparar una agenda donde se registren, con carácter semanal, todas las acciones que se van a realizar es de gran utilidad. Permite, asimismo, un control de todo lo que se ha hecho y de lo que falta por hacer.
El sistema de control puede adoptar diversas formas. Puede ser útil complementar la agenda con fichas donde se registren todos los contactos realizados. Se debe tener en cuenta ciertos datos:
1. Nombre, dirección de las empresas y fecha en la que se ha contactado.
2. Puesto solicitado o puesto por el que optamos, señalando qué requisitos exigidos en el puesto cumplimos y cuáles no.
3. Motivo de contacto (anuncio en prensa, a través de un tercero, información propia, et
4. Forma de contacto (carta de presentación, currículum, teléfono, presencial, etc.)
5. Respuestas obtenidas (negativas / positivas y fecha de las mismas)
6. Entrevistas realizadas (informe de la entrevista, entrevistador, fecha y lugar)
7. Agradecimientos y fecha de los mismos (vía teléfono para los casos en que no se ha obtenido ninguna respuesta, vía carta para los casos en que se ha realizado la entrevista)
¿Cómo hacer un Curriculum Vitae?
No basta con ser el mejor, hay que demostrarlo: así se podría resumir la importancia que tiene el currículum y la carta de presentación. Estas dos herramientas son la llave que dan acceso a la pista de competición por el empleo, donde, una vez conseguido, se demuestra lo mejor de uno mismo, lo que se sabe hacer y lo que uno vale.
Un buen currículum vitae y una buena carta de presentación son las dos premisas básicas y necesarias para encontrar el puesto que deseamos. A continuación se explican los principales modelos de currículum y en qué casos se debe utilizar cada uno de ellos. Se ofrecen también las pautas a seguir para que una carta de presentación tenga éxito y logre sus objetivos: pasar la prueba de selección y llegar a la entrevista.
La carta de presentación y el currículum son los dos primeros elementos de juicio que tiene el seleccionador. La claridad de exposición, la consistencia de los argumentos, la limpieza y el orden son algunos de los factores básicos que se deben tener en cuenta a la hora de confeccionar estas herramientas de trabajo.
Currículum vitae
No existe un currículum vitae perfecto ni un modelo único para realizarlo. Sin embargo, se considera que un currículum vitae es el ideal cuando nos conduce directamente a la realización de una entrevista de trabajo. Existen tantos modelos perfectos como ocasiones tenemos de optar a un puesto de trabajo que nos interesa. Lo ideal es confeccionar un currículum para cada ocasión, lo que no significa que no tengamos un modelo de referencia que logre presentarnos de la manera más atractiva y acertada.
En primer lugar, debemos tener muy claro que el currículum vitae debe comunicar algo. Es muy frecuente el caso de candidatos que pudieron ser adecuados, pero que no supieron comunicarlo correctamente. Conociendo nuestras cualidades y logros debemos ser capaces de transmitirlo para demostrar que somos el candidato ideal a un determinado puesto de trabajo. Las probabilidades de éxito serán mayores si, además, tenemos muy claro a quién va dirigido, qué busca la empresa y a qué se dedica.
Modelos de Curriculum Vitae
Existen diferentes modelos para la elaboración del currículum. No está de más conocerlos, pero lo cierto es que cada persona debe hacer su currículum de la manera más adecuada a su historial académico y profesional. Existen diversos modelos que pueden servir de referente, aunque algunos empiezan ha resultar anticuados. Las nuevas tecnologías de la comunicación están provocando otras formas de generar y enviar los currículos. De cualquier manera conviene conocerlos y saber en qué casos son más idóneos:
1. Formato Cronológico Tradicional: es el más usual y sencillo de elaborar. La experiencia laboral y la historia personal se colocan en orden cronológico, lo que permite seguir la evolución del demandante. Se recomienda para personas con poca experiencia laboral y en busca del primer empleo.
2. Formato Inverso: al contrario que el anterior, comienza reflejando los datos más recientes, la última titulación y las últimas experiencias profesionales. Este es el modelo de currículum vitae que prefieren las empresas cuando buscan experiencia profesional.
3. Formato Funcional: en este modelo se agrupan las actividades o funciones desarrolladas en bloques independientes, a los que se pone un título determinado. Su ventaja es una mayor claridad, de manera que «salta a la vista» el área que se quiere destacar. Por otra parte, es la mejor forma de que las «lagunas» o los períodos inactivos pasen desapercibidos. Es preciso que esté muy bien elaborado para que resulte efectivo. Se recomienda para quienes tienen una amplia experiencia laboral y, por contra, una formación académica insuficiente. En estos casos, es justificable invertir el orden y expresar, en primer lugar, la experiencia y, en segundo, la formación.
Contenido del Curriculum Vitae
Hay algo que es invariable para todos los modelos de currículum, y es que siempre recogen datos personales, formación académica y experiencia o desarrollo profesional.
Otra información que se puede incluir en el currículum es el objetivo profesional y personal. Se aconseja sólo en el caso de que se tenga muy claro y se pueda avalar con la formación académica o la experiencia profesional que se posea hasta la fecha. Se debe recordar que el objetivo tiene que estar en consonancia con la empresa a la que nos dirigimos.
Los datos personales pueden aparecer encabezando el documento o al final del mismo. En ellos no se debe olvidar la fecha de nacimiento, nacionalidad, estado civil, direcciones permanentes y temporales, todos los posibles teléfonos de contacto y, en el caso de los varones, si se tiene cumplido el Servicio Militar o
la Prestación Social Sustitutoria. Conviene saber que no en todos los países se valoran estos datos. Por ejemplo, en los modelos americanos evitan todo dato personal que pueda resultar discriminatorio a la hora de optar al puesto.
Si se tiene una experiencia dilatada, lo más recomendable es pasar a detallar la experiencia profesional. En caso contrario es mejor plasmar los datos académicos primero.
Respecto a estos últimos, es recomendable comenzar por la formación que más interesa destacar, tales como estudios universitarios o similares, que normalmente se corresponden con el objetivo profesional. Es imprescindible indicar las titulaciones obtenidas, en qué universidades o centros se realizaron, además de las fechas de comienzo y fin.
En otro apartado diferenciado de la formación reglada se indican otros cursos, seminarios o estudios complementarios que se adecuen al puesto ofertado, o que sean de interés para la empresa.
Igualmente, se debe dedicar un apartado a idiomas y otro a informática. Por lo que respecta al conocimiento de idiomas se debe señalar los años de estudio empleados en ello, academias o escuelas, certificados de nivel, así como las estancias en el extranjero dedicadas al estudio de estos. Especificar si los conocimientos de informática son a nivel usuario o si se sabe programar en distintos lenguajes. En cualquier caso, conviene citar los programas o aplicaciones que se conocen y se han utilizado.
La experiencia profesional es fundamental. La elaboración de esta parte varía según el historial de cada uno en particular.
Como norma general para aquellos que no cuentan con una gran experiencia, se debe detallar de manera cronológica inversa. Es importante señalar si se realizaron prácticas durante los estudios, ya que es uno de los aspectos más valorados por los responsables de Recursos Humanos.
Es indispensable indicar junto al nombre de la empresa, la duración y el puesto, cargo o departamentos donde se desarrolló la actividad laboral. Si además se quiere destacar la evolución profesional se deberá resaltar el puesto, las actividades desarrolladas y los logros obtenidos. Esto último es también válido para el modelo funcional, donde lo fundamental es destacar el puesto, las funciones y responsabilidades adquiridas.
En caso de ser autor de cualquier publicación, conferencia, colaborador de seminarios, etc., es importante mencionarlo en un apartado especial dedicado al respecto.
El currículum puede finalizarse con una sección donde englobar todos aquellos datos que sean de interés a la empresa o digan algo de nuestra personalidad. En este apartado, que podría titularse otros datos de interés, señalaríamos las asociaciones y colegios profesionales a los que pertenecemos, aficiones y hobbies (nunca exagerándolos), trabajo voluntario e, inclusive, si se posee el permiso de conducir y qué modalidad.
Recomendaciones básicas
– Cuidar la presentación evitando elementos que puedan distraer la atención o que compliquen su lectura. Esto es, sencillez y claridad.
– Evitar información irrelevante y presentarla de una manera escueta y lógica.
– Enviar originales o fotocopias de alta calidad.
– Revisar concienzudamente la ortografía y errores tipográficos. Poner especial atención en la redacción, de manera que lo haga interesante.
– Seleccionar la persona y empresas adecuadas a las que debe ser dirigido.
– Solicitar, una vez terminado, la opinión crítica de terceros.
Errores más comunes de un Curriculum Vitae
– Demasiado largo.
– No está organizado, lo que dificulta su lectura.
– Mala calidad de la impresión, no parece profesional.
– Demasiadas palabras que dicen poco.
– Escasa información que sea relevante.
– No destaca resultados positivos o trabajos realizados satisfactoriamente.
– Datos personales irrelevantes.
– Faltas de ortografía y errores tipográficos.
– Demasiado sofisticado: colores, tipos de letra, etc., distraen la atención.
– Dirigido a empresas o personas no adecuadas.
La Carta de Presentación
La carta de presentación es otra manera de multiplicar las posibilidades de despertar interés del responsable de selección. No debemos olvidar que el motivo de esta carta es comunicar un mensaje específico y personalizado a la persona encargada de la selección de personal o empresario, dándole las razones del por qué nos debe contratar, y conseguir una entrevista.
Es importante dirigir las cartas personalizadas indicando el nombre de la persona encargada de contratación de personal, en el caso de que se conozca. En el caso de que no se conozca el nombre de la persona, se debe llamar por teléfono para averiguarlo. Se puede optar por la persona encargada de Recursos Humanos o bien por el nombre de la persona que esté a cargo del área de interés en la que queremos trabajar.
Personalizar la carta no termina con poner el nombre de la persona. Las empresas reciben cientos de currículos que, la mayoría de las veces, no suelen tomar en cuenta. Por éste motivo, es conveniente que el primer párrafo de la carta comunique algo relacionado con la persona a la que se ha destinado. Esto conseguirá atraer y mantener su atención. La posibilidad de obtener respuesta a la carta está directamente relacionada con el grado de atención personal que se incluya en ella. Si se conocen algunos detalles, una buena manera de comenzar es hacer una alusión a la carrera profesional de la persona o comentar alguna acción futura que vaya a realizar la empresa. Expresiones recomendadas son: «Me he informado de que están realizando…» o «Conociendo la labor que desarrolla dentro del Departamento de Administración…».
En la carta de presentación nos debemos vender como otro producto que necesite la empresa. Para ello, es importante conocer los intereses y necesidades de la empresa para poder ofrecer las cualidades o aptitudes que tenemos y que son compatibles con su actividad. No hablar en términos negativos criticando la labor que realizan, sino comunicar la habilidad propia para colaborar con ellos, sin que esto amenace el desarrollo normal de su trabajo.
La redacción debe ser cuidada pero, además, es conveniente que utilice su mismo lenguaje. Esto es, utilice los términos adecuados con la jerga y tecnicismos propios del sector.
Por último, se debe terminar la carta sugiriendo una entrevista. Se hará de manera sutil. Nos referiremos a una cita personal donde poder ampliar información sobre el currículum. Sugeriremos que en un breve plazo llamaremos para poder acordar una fecha adecuada para ambos. Así, no sólo se podrá comprobar si el currículum fue tomado en cuenta, sino que obtendremos una nueva oportunidad para establecer el contacto.
Consejos para hacer una Carta de Presentación
- Dirigirla a una persona en particular
- Comunicar algo personal
- Responder a la pregunta ¿por qué debo verle?
- Utilizar su mismo lenguaje
- Solicitar la entrevista
En cuanto a la estructura, no existe un modelo único, aunque sí se puede afirmar que las variaciones son mínimas. Todas deben llevar la dirección del remitente, la del destinatario y la fecha. El texto no debe ser una mera repetición del currículum, no tiene que exceder de cuatro o cinco párrafos que, a su vez, no pueden sobrepasar las cuatro o cinco líneas.
Una vez que sabemos exactamente lo que vamos a comunicar debemos ordenar la información en los párrafos de manera lógica:
1º Párrafo: presentación y saludo. Existen dos casos. Si se responde a un anuncio de oferta de empleo se hará referencia a dicha oferta. En el caso de estar realizando un mailing a empresas de nuestro interés atraeremos la atención del destinatario mediante algún detalle, tal y como se especificó anteriormente.
2º Párrafo: informar que se adjunta el C.V. y que respondemos a las características de la persona que necesitan (tanto si se ha realizado una oferta, como si hemos realizado el contacto por iniciativa propia).
3º Párrafo: enumerar algunos logros profesionales y nuestras últimas actividades que les puedan interesar, a juzgar por el perfil de profesional que necesitan.
4º Párrafo: demostrar interés por el puesto e insinuar una cita personal.
5º Párrafo: agradecimientos y despedida.
Por último, si después de realizar una entrevista hemos tenido la oportunidad de entrar en el proceso de selección, algunos expertos recomiendan redactar una breve carta y enviarla a la persona de la empresa que nos entrevistó, agradeciéndole su interés por habernos atendido y explicando cualquier aspecto que no haya quedado claro.
Ejemplos de carta de presentación
María Menoyo Domínguez
Orense 55, 9º A
28020 Madrid
91 999 99 99
Madrid, 7 de octubre de 2000
D. Carlos Serrano Azcona
Departamento de Recursos Humanos
DOUBLE ESPAÑA
Serrano, 93
28001 Madrid
REF: «Director de Marketing»
Estimado Sr. Serrano / Muy Sr. mío:
En relación a su oferta de empleo aparecida en el periódico «Siglo XX», el día 3 del presente mes, me es grato comunicarle mi interés por el puesto convocado y con tal fin le envío mi currículum vitae.
Como podrá comprobar en mi historial, poseo una sólida formación académica, que he completado con un programa master en Estados Unidos, y llevo más de tres años poniendo en práctica mis conocimientos en empresas de prestigio, junto a profesionales de gran valía.
Por lo anteriormente expuesto, creo responder al perfil profesional que está buscando para su empresa, aportando mi experiencia lograda tanto en España como en el extranjero y, por su puesto, con gran interés por continuar mi desarrollo profesional en el marco de su compañía.
Comunicarle que la próxima semana me pondré en contacto con usted, vía teléfono, con el fin de fijar una fecha en la que mantengamos una entrevista que resulte beneficiosa para ambos.
Sin otro particular, se despide atentamente:
María Menoyo Domínguez
María Menoyo Domínguez
Orense 55, 9º A
28020 Madrid
919 99 99 99
Madrid, 7 de octubre de 2000
D. Carlos Serrano Azcona
Departamento de Recursos Humanos
DOUBLE ESPAÑA
Serrano, 93
28001 Madrid
Estimado Sr. Serrano / Muy Sr. mío:
Después de dos gratos años de estancia en el extranjero, he decidido volver a fijar mi residencia en España. Por este motivo, estoy realizando los primeros contactos con varias empresas de mi interés, entre ellas la suya, ofreciendo mis servicios profesionales.
Adjunto mi currículum vitae para que tengan la oportunidad de conocer mi historial profesional. En éste podrá comprobar que tuve una excelente formación académica, lo que me permitió acceder al mercado laboral sin problemas.
Mis tres años de experiencia profesional en grandes empresas en España y Estados Unidos, mi formación postgradual y bilingüe, así como la experiencia de vivir en un país extranjero, me convierten en un profesional que podría necesitar su empresa.
Concluyo comunicándole mi gran interés por continuar mi carrera profesional centrada en el área de marketing en el marco de su empresa, con el fin de poner todos mis conocimientos a su servicio y convertirme en un profesional cada día más competente.
Espero podamos conocernos personalmente para tener la oportunidad de ampliarle cualquier detalle que considere necesario.
Sin otro particular, se despide atentamente:
María Menoyo Domínguez
La entrevista de trabajo
Una vez que hemos pasado a la fase de la entrevista, las probabilidades de trabajar se disparan. Es el punto para no flaquear y demostrar todos nuestros encantos y virtudes, hacer necesaria nuestra contratación a ojos de nuestro seleccionador y demostrar que somos el candidato que estaban buscando.
La entrevista de trabajo es el momento de la verdad. Aquí se decide todo. El seleccionador ha juzgado nuestro curriculum y lo ha considerado apropiado para el puesto. Es decir, nuestro perfil profesional encaja con lo que él está buscando. Por este motivo, a la entrevista hay que ir preparado y sabiendo qué nos pueden preguntar. De forma genérica, hay dos tipos de entrevistas: entrevista telefónica y entrevista personal.
Entrevista telefónica
El teléfono es una herramienta más en la búsqueda de empleo, no sólo porque los expertos recomiendan realizar una llamada oportuna después de enviar el curriculum con el propósito de concertar una entrevista, sino porque cada vez es más frecuente la práctica de la entrevista telefónica que, muchas veces, se utiliza como «filtro» en el proceso de selección.
Una llamada de preselección es un buen indicador. Viene a significar que no sólo nos estamos dirigiendo en el sentido correcto, sino que «hemos puesto toda la carne en el asador». Por este motivo es muy importante que se dedique todo el tiempo que sea necesario a cada oportunidad.
Aunque provoca ciertos reparos en los candidatos, se trata de un método cada vez más difundido. De allí la importancia de tener en cuenta los aspectos claves, los objetivos y las fórmulas que pueden utilizarse para sostener una entrevista telefónica efectiva, que nos permita acceder al próximo nivel en el proceso de la búsqueda de empleo: la entrevista personal.
La preparación requiere tener un esquema claro con los temas que pueden tratarse y asumir que, una vez enviado el curriculum y pasado un tiempo prudencial ?según la urgencia o el poder de convocatoria de la oferta de trabajo-, en cualquier momento podemos recibir la llamada del seleccionador de personal.
En caso de no encontrarnos en el domicilio, debemos procurar mantener la conversación en un lugar tranquilo y tener a mano información sobre la oferta de trabajo y papel y bolígrafo para anotar cualquier dato importante. La llamada suele seguir un orden lógico: el entrevistador se presenta, explica el motivo de su llamada y realiza una serie de preguntas.
A falta de presencia física, en las entrevistas telefónicas el peso de la conversación recae exclusivamente sobre las palabras, de tal manera que es de vital importancia que el candidato se exprese claramente, con pausas y sin interrumpir a su interlocutor, mostrando en todo momento interés y cordialidad, respondiendo a las preguntas con persuasión y habilidad.
Claves para superar una entrevista
- Nuestro objetivo debe ser siempre conseguir una entrevista personal.
- Preparar las respuestas adecuadas a las preguntas más frecuentes.
- Ser respetuoso. Debemos mostrarnos amables tanto con el seleccionador de personal como con la empresa que representa. No llamar al entrevistador por su nombre, salvo que sea él quien lo solicite.
- Contestar con desenvoltura y conocimiento de causa para demostrar que se tiene seguridad en uno mismo.
- En el transcurso de la entrevista, debemos demostrar nuestra motivación para desempeñar el puesto vacante. Para ello, es recomendable preparar algunas preguntas sobre el puesto, la empresa o el proceso de selección.
- Memorizar el curriculum. Hay que tener presentes no sólo los datos que aparecen en el curriculum, sino toda la información adicional que pueda proporcionar un nuevo valor a nuestra candidatura, según las características de cada convocatoria. Para combatir los nervios, es recomendable tener a mano una copia del curriculum para refrescar la memoria y subrayar los puntos fuertes.
- Si conseguimos la entrevista personal, no debemos conformarnos con tomar nota de los detalles. Es conveniente repetir el lugar, día y hora de la entrevista, así como el nombre de la persona que la llevará a cabo, para confirmar que no hemos entendido mal.
Entrevista personal
La entrevista no se traduce en trabajo seguro. Probablemente, se deberá acudir a muchas hasta que una de ellas se convierta en el primer contacto de una relación más larga con la empresa. Pero el sólo hecho de que quieran vernos en persona es ya un reconocimiento a la labor de búsqueda, además de un buen entrenamiento para otros procesos selectivos.
La entrevista personal es una de las partes más importantes y valoradas en el proceso de selección. Lo que en realidad es una conversación formal entre el seleccionador y el demandante de empleo puede decidir nuestro futuro.
Muchos opinan que para ir lo más tranquilo posible es mejor olvidarse de ella. Sin embargo, ante posibles situaciones en blanco, la clave del éxito está en prepararla de antemano.
Preparación, desarrollo y evaluación
En una entrevista de selección se hacen preguntas referidas a tres áreas: personal, formación y experiencia profesional. Por ello, debemos hacer un repaso general a todos los aspectos relacionados con estas áreas que puedan ser de interés para el puesto de trabajo y para la empresa que lo oferta, así como posibles aclaraciones sobre nuestro historial.
El objetivo de la entrevista es demostrar si somos la persona adecuada para desempeñar el puesto de trabajo ofertado. Por ello, es recomendable informarse previamente sobre la actividad de la empresa y sus últimas actuaciones.
No está de más preparar con antelación las respuestas de las preguntas más habituales. A lo largo de la entrevista se debe demostrar motivación por trabajar y desempeñar el puesto ofertado. Escuchar atentamente cada pregunta y esperar unos segundos antes de responder denotan confianza en uno mismo.
Llevar preparadas unas preguntas sobre el puesto, la empresa y el proceso de selección redundará en una mayor seguridad en el candidato e interés por el puesto. No es recomendable versar nuestras preguntas sobre las vacaciones, el salario, beneficios extrasalariales, etc. Sólo en el caso de que lo sugiera el entrevistador daremos nuestra opinión al respecto.
Es importante familiarizarse con las pruebas psicotécnicas. Aunque no se realizan en todos los procesos de selección, en aquellos de larga duración y que se desarrollan en varias fases, por descontado, una de ellas será esta prueba.
Fallos habituales que se deben evitar es disimular nuestra personalidad o dudar sobre la capacidad y aptitudes para desempeñar el puesto.
Al finalizar la entrevista, es importante realizar una evaluación de la misma. Tanto la buenas impresiones como las malas, lo que nos ha llamado la atención por ser inusual, o cualquier tipo de dato que nos ayude a mejorar nuestra actuación en la próxima entrevista. La técnica de las entrevistas sólo se termina de perfeccionar con la práctica.
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