Ya llegó septiembre y con él los exámenes de recuperación. Estudiantes de universidad, formación profesional y selectividad se enfrentan a la purga final. La presencia de un alumno en estos exámenes puede ser debido a un suspenso en junio o sencillamente un no presentado. Sea como sea, es duro terminar el verano con la presión de unos exámenes.
Es mucho lo que nos jugamos en esta convocatoria final, lo cual hace que muchos vivan este periodo con gran desesperación. Durante este artículo trataremos de dar algunos consejos para hacer que el periodo de exámenes de septiembre sea más ameno y relajado de lo normal.
De nada sirve a estas alturas dar los típicos consejos de estudiad cada día, no memoricéis grandes cantidades de golpe, evitad distracciones, haceos con un calendario de estudio… El verano está terminando, y por mucho que ahora nos quede el sprint final, las cartas comienzan a estar sobre la mesa. Aun así, los hábitos y actitudes que tengamos durante las semanas de exámenes pueden hacer que seamos capaces de reflejar el conocimiento adquirido de la forma correcta, o no.
Cada vez son más los centros educativos que han traspasado los exámenes de septiembre a julio, como es el caso de la Universidad del País Vasco. Es un tema polémico ya que esta decisión tiene defensores y defractores. Por un lado, aseguran que adelantar los exámenes disminuye el estrés y ansiedad que los alumnos padecen durante los meses de verano. Además, les permite seguir formándose en otros campos durante el verano como pueden ser los idiomas o unas prácticas profesionales. No obstante, están los que aseguran que es imposible que un alumno que haya sacado un 3 en matemáticas en junio, las apruebe en julio. Creen que el periodo de tiempo entre una convocatoria y otra, hace que las materias más prácticas tengan que bajar su nivel para la segunda convocatoria si quieren que alguien las apruebe.
En cualquier caso, para todos aquellos que os enfrentéis a los exámenes de septiembre a partir de esta semana, aquí os dejamos algunos consejos y nuestros mejores deseos para empezar el nuevo curso académico con un pleno de aprobados.
Indice de contenidos:
Actitud positiva
Es muy importante la predisposición con la que vamos al examen. Está probado que los alumnos que se examinan con sentimiento de que suspenderán tienen una mayor probabilidad de no aprobar. [relacionados align=»right»]También te puede interesar…[/relacionados]
El miedo a no superar la prueba y el recuerdo de la nota que sacamos en junio hacen que muchos estudiantes desconfíen de su capacidad de aprobar ¡Tremendo error! Es importante que fomentemos emociones como la confianza, seguridad, optimismo y entusiasmo durante las épocas de exámenes. Según la teoría de la inteligencia emocional, este tipo de sentimientos son los que nos conducirán a ser más eficaces y alcanzar nuestros objetivos. Independientemente de lo mucho o poco que hayamos estudiado, este positivismo nos facilitará el camino al aprobado. Aun así, si no has abierto un libro en todo el verano el optimismo no te va a regalar un aprobado. Se trata de encontrar un equilibrio entre el esfuerzo del estudio y la confianza en uno mismo para el momento decisivo.
Evitar la ansiedad
Los exámenes en la época de verano tienden a generar mayor ansiedad que los que se dan durante el curso. El calor, la presión de estar en una convocatoria final, la vuelta de las vacaciones o la sensación de no haberlo dado todo en verano son algunos de los ingredientes que nos conducen a sufrir ansiedad antes y durante el examen. Se dice que el 20% de los alumnos examinados en septiembre sufren esta sensación que les lleva a tener nervios incontrolados o a quedarse en blanco al examinarse.
Evitar dicha ansiedad puede ser la clave del aprobado. Para ello es importante poner en práctica la actitud positiva de la que hablábamos, además de realizar ejercicios de respiración para relajarse, etc. A continuación hablamos de otros hábitos beneficiosos.
Cuidar los hábitos durante el periodo de exámenes
Más allá de la actitud y predisposición que tengamos durante los exámenes de septiembre, también son muy importantes los hábitos y rutinas que establezcamos en este periodo de exámenes.
El punto número uno es sin duda el descanso. Dormir bien es importante para tener una mente rápida y despejada. Además, está probado que mientras dormimos asentamos los conocimientos adquiridos. Por lo que una siesta después de un repaso general del examen que tengamos a continuación puede ser clave para llegar al examen lúcidos y con los conocimientos bien asentados.
Hacer deporte es muy beneficioso para desconectar. La liberación de endorfinas nos genera una situación de bienestar que ayuda a mantener nuestra mente clara y positiva.
También es importante cuidar la alimentación fomentando nutrientes como el fósforo, magnesio y lecitina que ayudan al desarrollo cerebral. Otros productos naturales como el ginseng, el chocolate o la soja nos ayudan a concentrarnos. Hay que evitar el abuso de café y bebidas energéticas. Éstas últimas se han puesto de moda en los periodos de exámenes. Los alumnos consumen bebidas energéticas compulsivamente para poder pegarse atracones de estudio a última hora. Este hábito se traduce en una inversión de la curva de rendimiento y hace que nuestro cerebro llegue exhausto al examen.
Preparado para los exámenes finales de septiembre? Actitud positiva, cuerpo relajado y mente clara ¡a por el sobresaliente!
Si te interesan los métodos y técnicas de estudio ¿porque no te planteas formarte con un curso de Metodologías Didácticas? ¡Solicita información sin compromiso!
[busqueda cursos=»Carreras Universitarias, Masters, Formación Profesional»]
Emprendedor, Empresario, Inversor y Busines Angel en el sector TIC de las TI. Fundador de más de 10 empresas y experto en Transformación Digital, Growth Marketing, RPA y automatización.
