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Categoría: Entrevista

  • Escuelas de Negocios socialmente responsables. Entrevista a Ramón Ollé de La Salle

    En los últimos meses se ha hablado y actuado contra esto que ya llamamos “la mayor crisis económica ocurrida desde el crack del 29”. Una crisis financiera provocada por muchas circunstancias, entre otras, por una desmedida avaricia desatada en un contexto de libre mercado.

    Y esta crisis, con la que todas las capas sociales tendremos que lidiar, nos obliga a repensar los límites y la evolución del propio capitalismo y, con ello, la calidad de la formación que deberían recibir los dirigentes y emprendedores del futuro. Su implicación en el cambio y su responsabilidad. Su acción y su ejemplo.
    En un ejercicio de reflexión, de asunción de responsabilidades y de recuperación de valores, algunas escuelas de negocios ya han replanteado parte de su implicación educativa en esta nueva situación global. Nombres como Lehman Brothers, Merrill Lynch o Bernard Madoff no pueden dejar indiferentes a los coordinadores de programas ejecutivos y MBA. Porque de la historia y de las limitaciones humanas se puede aprender mucho. Cuando menos, que no se repitan.

    Como resultado de esta situación ya se cristalizan varias iniciativas, como la introducción de humanidades, filosofía y ética en los estudios de negocios o la creación de códigos de conducta para futuros graduados en MBA (véase la propuesta planteada por dos profesores del MBA de la Harvard Business School en su informe It’s time to make management a true profession).

    Apostar por la responsabilidad social corporativa (RSC) significa apostar por la formación de los ejecutivos. Pero más allá de los nuevos paradigmas educativos que se avecinan, de los nuevos profesionales de la gestión, y de repensar un nuevo capitalismo, hay un problema de raíz: la distribución de la riqueza.

    Resulta interesante ver, cómo ya a principios de 2006, antes que estallara la burbuja financiera, la Comisión Europea alertaba, a través de una comunicación, de la necesidad de velar por la estabilidad social: “Desde el fin de la Guerra Fría, la economía de mercado prevalece en la mayor parte del mundo: mientras que daba nuevas oportunidades a las empresas, les creaba también una necesidad correspondiente de ponerse límites y movilizarse en interés de la estabilidad social y el bienestar de las sociedades democráticas modernas”. Más recientemente, este mensaje también ha quedado corroborado en la encíclica Caritas in Veritate de Benedicto XVI, así como por el discurso de otros varios agentes sociales.

    A su vez, un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas da luz a las siguientes cifras: en el año 2000, el 1% más rico de la población mundial poseía el 40% de la riqueza y el 10% más favorecido tenía el 85%. Por el contrario, la mitad más desfavorecida no poseía ni siquiera el 1% de la riqueza.

    Este es fundamentalmente el mayor reto social del presente: el reparto de la riqueza, una responsabilidad social que nos afecta a todos.

    ¿Para quién se diseñan entonces estos MBA? ¿A quién estamos dando la oportunidad de aprender los entresijos de la gestión empresarial? ¿A quién brindamos las herramientas para convertirse en un emprendedor de éxito? ¿Cómo gestionar el valor generado? ¿Cómo repartirlo?

    Como entidades de formación empresarial deberíamos dar un paso más allá en lo que se refiere a comportamiento y responsabilidad. No puede ofrecerse en forma de enseñanza de lujo para las élites. Para ello, es preciso que las instituciones educativas de negocios cooperemos con lo que esté a nuestro alcance. Y sobre todo, no jugar a la falsa moral de criticar a los que ya lo ponen en práctica. Este mes de julio, a través de la escuela de negocios de La Salle en Barcelona, hemos abierto cursos de verano a precios simbólicos.

    Esta iniciativa implica la participación de profesores de élite que participan en el programa voluntariamente y el esfuerzo de una institución –que aunque sea privada– no gana dinero por hacerlo. Esto, que puede parecer de sentido común, todavía se ve con cierto recelo desde algunas entidades educativas que quieren conservar su posición tradicional de mercado. Si bien en otras hemos recabado un sólido y caluroso apoyo. No basta con hablar de responsabilidad social. Hay que hacer posible aquello en lo que creemos. En momentos de dificultad todos tenemos que arrimar el hombro, y la enseñanza de la gestión no es una excepción.
    Será preciso también plantear programas de formación empresarial al alcance de los talentos, con gran calidad y precios asequibles.

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  • Los Centros de idiomas opinan

    Hemos preguntado a los centros estas preguntas y esto es lo que nos han respondido:

    ¿Qué importancia se debe dar al aprendizaje de un idioma?

    Noelia Olvera, directora de formación de la Academia Ntra. Sra. de la Esperanza , lo tiene muy claro: “ El aprendizaje de un idioma distinto al nativo es algo a lo que todo el mundo debería dar un alto grado de importancia, no sólo por el aspecto turístico, sino también por el profesional.

    “Saber idiomas es imprescindible”, añade Deborah Goodwin, coordinadora de inglés del Centro de Idiomas Fernando Lázaro Carreter. “Hay que ver el aprendizaje de uno o más idiomas como una parte más de una formación completa. Un idioma es una herramienta más para hacer frente al mercado laboral de hoy y a un mundo globalizado. “
    ¿Hay algún límite de edad para aprender?

    Según Goodwin, los idiomas son accesibles para todo el mundo, no sólo para los niños: “Si tenemos la capacidad de seguir aprendiendo cosas nuevas a cualquier edad, ¿por qué no idiomas? De hecho, la Universidad Carlos III de Madrid apuesta por el lifelong learning . Tiene dos programas para mayores, la Universidad para Mayores y el Aula Permanente, dos programas que cuentan con un total de más de 1.000 alumnos matriculados. Ofrecemos cursos de idiomas a estos alumnos: este año tenemos cuatro grupos de inglés y dos de francés.”

    ¿El inglés ha perdido su hegemonía? ¿El chino llegará a desbancarlo?

    “Es cierto que la creciente importancia de China en el mundo conlleva un auge del idioma y puede que llegue, en algún momento, a hacer frente a la hegemonía del inglés. Sin embargo, el inglés sigue siendo la lingua franca .”, matiza Goodwin. Y aporta datos concretos: “Actualmente, hay alrededor de 500 millones de personas que hablan inglés como idioma nativo, otros 300 a 700 millones que hablan este idioma como segunda lengua y unos 600 millones que lo hablan como lengua extranjera. Suman alrededor de 2 billones de personas en todo el mundo.”

    La razón de estos augurios de buena salud, para Noelia Olvera, es muy simple: “Siempre será más fácil encontrar gente con la que entenderse en inglés”.

    Estudiar un idioma online o a distancia, ¿puede ser tan eficaz como una estancia en el extranjero?

    Nuestras dos expertas están de acuerdo en que ningún método es comparable a la inmersión lingüística. Sin embargo, Deborah Goodwin rompe una lanza en favor de la enseñanza online: “Estudiar un idioma en el extranjero, rodeados de la cultura y la lengua a todas horas, sigue siendo la manera más rápida y eficaz de aprender un idioma. Pero puede resultar una opción cara y poco práctica. Algunos de los nuevos métodos de enseñanza de idiomas online ofrecen unas posibilidades realmente interesantes para personas con horarios complicados y necesidad de compaginar estudios, trabajo, familia, etc.” Eso sí, la coordinadora de inglés de la Universidad Carlos III añade a sus reflexiones un aviso para navegantes: “Estos métodos son más eficaces entre gente ordenada y disciplinada.”

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  • Entrevista másters y posgrados o postgrados: «La calidad docente es un factor importante»

    Nanda Requena

    Entrevistamos a Nanda Requena, Directora del Departamento de Formación de Fundación Universidad – Empresa (ADEIT) de la Universitat de València

    P: Suponga que busco trabajo. ¿Un posgrado es un extra para destacar sobre los demás candidatos… o se ha convertido ya en un título imprescindible? ¿Hacia cuál de los dos escenarios nos encaminamos?
    R: No sé si imprescindible sería la denominación correcta, lo que es indudable es que la formación de postgrado se ha convertido, hoy en día, en un momento en el que la competencia cada vez es más feroz, en una formación clave para enfrentarse al mundo laboral con garantías. Además, los postgrados están funcionando en los últimos años como un instrumento para la formación a lo largo de toda la vida.

    P: ¿Qué consejos daría a un estudiante para escoger correctamente un máster o posgrado?

    R: Son muchos los aspectos que deben valorarse a la hora de escoger un postgrado (metodología formativa, prácticas en empresas, actualización, posibilidades de empleo, etc.) pero, sin duda, el asunto clave es la calidad docente y, más concretamente, el equilibrio entre profesorado procedente del ámbito universitario y del mundo de la empresa. En este sentido, es fundamental que el máster cuente con una importante perspectiva práctica, que permita a los estudiantes valorar la aplicación de los conocimientos en el mundo productivo.

    P: ¿Cuál es el máster o posgrado más demandado en su centro? ¿Por qué?

    R: Gestionamos más de 250 cursos de postgrado cada año y, por tanto, es muy complejo destacar el más solicitado. En general, hay una importante y creciente demanda en cursos de las áreas de Salud, Dirección y Gestión Empresarial y Jurídica.

    P: ¿Qué modalidades de estudio ofrecen en su centro y por qué? (Full time, part time, presencial, online…)

    R: Los 276 cursos de postgrado que la Universitat de València ha aprobado para el próximo año contemplan diferentes modalidades formativas. Además de la formación presencial (dentro de la que hay cursos de horario semanal o únicamente de fin de semana, más diseñados para trabajadores en activo), cada vez son más los alumnos que eligen la formación a distancia, en la que ya se imparte hasta un 40% de la oferta de cursos de la Universitat de València. Dentro de la formación a distancia, cuyas principales ventajas son la flexibilidad horaria y espacial, se distinguen dos tipos: la formación con envío de material a distancia y exámenes presenciales y, por otra parte, la formación estrictamente on line por medio del Aula Virtual.

    P: ¿Ofrecen servicios adicionales a sus alumnos (prácticas, bolsa de empleo, networking…)? ¿Cuáles?

    R: Los estudiantes de postgrado de la Universitat de València cuentan con un conjunto de servicios adicionales, entre los que destaca la posibilidad de acceder a orientación gratuita para el empleo y el autoempleo una vez finalizado el curso así como a las distintas ofertas de la bolsa de empleo. Además, los estudiantes tienen la oportunidad de realizar prácticas en empresas integradas en los planes de estudios de los cursos o bien de carácter voluntario, en las que tienen la oportunidad de aplicar lo aprendido en las aulas. Por otra parte,  los alumnos de postgrado pueden acceder a las bibliotecas de la Universitat de València, a sus instalaciones deportivas así como a una línea de financiación preferencial para el pago de la matrícula de los cursos.

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  • En España la investigación está muy por detrás de otros intereses más vistosos

    Roberto Gallego es doctor en Fisiología, investigador del Instituto de Neurociencias, profesor de la Universidad Miguel Hernández y está a punto de cumplir su mandato de dos años como presidente de la Sociedad Española de Neurociencia. El científico señala que España sigue lejos en laboratorios y en inversión con respecto a Alemania, Francia o Inglaterra y lamenta que la ciencia siga siendo todavía una cuestión de segundo orden.

    ¿Cuántos profesionales forman parte de la Sociedad Española de Neurociencia (SENC) y cuál es su función?

    La SENC constituye un foro de presentación y discusión de trabajos de investigación y de contacto entre los grupos de investigación con vistas a futuras colaboraciones. La SENC nació en 1985 y agrupa a más de mil científicos que tienen en común su trabajo de investigación en el sistema nervioso. Entender el funcionamiento normal y patológico del cerebro, que es el objetivo último de la investigación neurocientífica, requiere abordajes muy diversos, por lo que entre los miembros de la SENC hay desde matemáticos hasta médicos, pasando por físicos, bioquímicos, informáticos, psicólogos, biólogos, farmacéuticos, veterinarios etcétera. En realidad casi desde cualquier área del saber se puede investigar la estructura y función del cerebro.

    – ¿Qué traslado tiene a la sociedad el trabajo que ustedes hacen?

    Los investigadores que forman la SENC trabajan en campos muy diversos, desde investigación en aspectos básicos de la biología del sistema nervioso, aparentemente muy alejados de cualquier aplicación práctica inmediata, hasta problemas concretos de enfermedades cerebrales. La sociedad debe entender que las aplicaciones de los conocimientos científicos son muchas veces impredecibles y a veces sólo se producen al cabo de bastantes años. Los países importantes en la generación de aplicaciones técnicas y médicas de los descubrimientos científicos, las que producen beneficios económicos y sociales, son aquellos que tienen una investigación de tipo no aplicado muy potente. La aplicación práctica a problemas como el tratamiento de enfermedades surge muchas veces de trabajos que no tenían en principio intención de encontrar nada que pudiera emplearse para ese fin. Por otro lado, el conocimiento de los mecanismos cerebrales que determinan nuestra conducta tendrá importantes implicaciones sociales. Ya no vemos a los enfermos de esquizofrenia como hace 30 años. De manera análoga la forma en que la sociedad considerará determinadas conductas variará cuanto más sepamos sobre sus determinantes biológicos.

    – ¿Cómo está España en el contexto mundial de la neurociencia?

    España es un país de segunda división en investigación, estamos peor que los de primera, con los que pretendemos codearnos en otros aspectos sociales y políticos, pero mejor que los de tercera. Sólo aumentando notablemente la calidad y sobre todo el número de laboratorios se podrán conseguir réditos económicos, que parecen ser los únicos que ahora importan, del trabajo de los científicos. Esto naturalmente requiere un esfuerzo económico y organizativo que debería mantenerse durante bastantes años. Mientras tanto, aunque con un cierto maquillaje, seguiremos apuntados al «que inventen ellos». En neurociencia, como en otros campos, hay investigadores en España de primera fila mundial, pero cuando comparamos el número de laboratorios y la calidad de la totalidad de la investigación neurocientífica con lo que existe en países vecinos como Francia, Inglaterra, Holanda o Alemania, la distancia sigue siendo muy notable.

    – ¿Vamos a una sociedad donde serán más cada vez más frecuentes las enfermedades neurodegenerativas?

    Sin duda alguna. El crecimiento de las enfermedades neurodegenerativas deriva del aumento de la duración de la vida y, posiblemente, de la presencia creciente de contaminantes en el medio ambiente.

    – ¿Por qué sigue siendo difícil investigar en España?

    Podría achacarlo a la falta de una cultura científica y laica que arrastramos desde hace varios siglos, pero en el momento actual diría que hemos creado una sociedad obsesionada por las gratificaciones inmediatas y por tanto muy poco compatible con la labor científica que cuando produce resultados lo hace a menudo después de años de esfuerzo y en general sin grandes recompensas económicas. Los gobernantes, que rara vez miran más allá de las próximas elecciones, tienen una parte importante de la culpa. No hay más que mirar alrededor, en nuestro entorno, para darse cuenta que la investigación está muy por detrás de otros intereses más vistosos.

    – ¿Qué mea culpa deben en cambio entonar los científicos?

    El de no haber sabido levantar la voz en contra de la deriva en la financiación de la investigación hacia programas oportunistas, originados a veces por puro interés localista e inmediato, en lugar de buscar una competición sana basada estrictamente en la calidad científica de los proyectos. Los científicos muchas veces no decimos lo que pensamos a las autoridades de las que depende la financiación, así que tampoco parece lógico quejarnos después.

    Fuente original: Diario Información

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  • Entrevista al filosofo humanista Sam Harris

    Bill Maher entrevista al filósofo humanista Sam Harris en su programa Real Time with Bill Maher. Harris trata algunos de sus temas favoritos, como la relación entre la religión moderada y extremista o la interpretación científica de fenómenos como la felicidad o la meditación.

    [busqueda cursos=»filosofía, humanismo, religion, meditación, bienestar»]

  • Entrevistamos a Oscar García del área Multimedia de La Salle

    ¿Cuál es tu función en el entorno La Salle?

    Mi función principal es la dirección de los estudios universitarios oficiales en Ingeniería Multimedia de La Salle (Universidad Ramon Llull), tanto a nivel de grado como de máster. Los ofrecemos desde 1996, generando diversos perfiles (diseñador Multimedia, programador Multimedia, consultor Multimedia, gestor Multimedia) que se dedican a todo tipo de roles en nuestra industria, también a los videojuegos por supuesto y prueba de ello es que tenemos a ex-alumnos trabajando en ello tanto a nivel nacional como internacional. Gente en Pyro, Digital Legends, Gameloft, Novarama…

    ¿Cuál es el objetivo del blog que has creado?

    El blog es una manera de “difundir el campo” y dar algunas pistas de lo que se pretende en él, puesto que “Multimedia” o “Media” o incluso términos como “Realidad Virtual” o “Aumentada” están llegando a devaluarse con tanta definición inconexa…

    Y hablando de tus proyectos actuales ¿Qué estas haciendo ahora?

    Yo me encuentro ahora mismo en Estados Unidos, concretamente en el Entertainment Technology Center de Carnegie Mellon University en Pittsburgh. Se trata de un centro único, como nosotros pretendemos serlo por la metodología en España, en lo referente a formación en materia de entretenimiento, aplicada a todo tipo de sectores además de a los videojuegos. La gente que formamos termina “colocándose” en “monstruos” como Rockstar, EA, Ubi, Activision, Walt Disney, Pixar o Lucasfilm. Lo cierto es que lo estoy pasando en grande con “el entertainment” como eje central. Vuelvo a España en aproximadamente 2 meses…ya llevo más de 8 aqui.

  • Los perros sienten e incluso se enamoran

    perrosquesientenEntrevista al  Dr. Marc Bekoff, doctor en etología y experto en conducta animal, donde nos afirma que los animales tienen las mismas emociones que nosotros, pero las expresan de modo distinto. Los animales se enamoran, se ponen felices, muy tristes, lamentan la pérdida de un ser querido, celebran un reencuentro…

    1. Usted es uno de los pocos científicos que estudia las emociones de los animales ¿Somos demasiado arrogantes para creer en su complejidad?

    Creo que mucha gente ahora sí cree que los animales tienen emociones, está cambiando muy rápido, pero aún queda cierta gente arrogante que piensa que sólo los humanos las tienen, sí.

    2. De hecho, ¿no hay un pequeño problema de equilibrio?, hay sitios donde la gente trata a sus mascotas como seres humanos, y las viste incluso, y otros, donde lo hacen como si no fueran ni seres vivos…

    Sí, es verdad. No deberíamos vestirlos, definitivamente, ni tratarlos como personas, sino como los seres que son; en España la situación está bien, pero aún necesita hacer mucho más, como las corridas de toros, que sencillamente deberían estar prohibidas, y se debería tratar algo mejor a los perros y gatos, pero hay mucha gente haciendo cosas buenas.

    3. ¿Pueden, las mascotas, acabar desarrollando más su inteligencia por convivir con personas?

    Yo soy científico, y la ciencia nos proporciona cada día más información sobre lo inteligentes y emocionales que son los animales, pero no creo que los perros o los gatos sean nunca tan inteligentes como los humanos; no como especie. El hecho de vivir con nosotros hace que sean más listos, de forma individual, digamos. Pero como especie tendría que hacerse una selección no natural, en un laboratorio para que se reprodujeran sólo los más inteligentes, como se ha hecho con los ratones, y entonces sí, se ha conseguido que unos sean notablemente más listos. Pero como biólogo lo que quiero es saber sobre cómo son ellos, cómo es ser, o sentir como un chimpancé, o como un pájaro. Quiero entenderles por quienes son, no como un reflejo de los humanos.

    4. Muy bien. Y como pájaro o chimpancé o perro ¿cómo sienten?

    Tienen las mismas emociones que nosotros, pero las expresan de otro modo. Pero los animales se enamoran, se ponen felices, o muy tristes, o lamentan la pérdida de un ser querido, celebran un reencuentro….

    5. ¿Y entienden nuestros sentimientos?

    Sí, las emociones son las que nos permiten comunicarnos entre especies, nosotros los entendemos a ellos y ellos a nosotros. Yo he estado con elefantes salvajes y es muy fácil entenderles. Ellos utilizan el olor, o el sonido, otros sentidos; pueden entendernos oliéndonos, saben si tenemos miedo, por ejemplo, no sólo a través de la vista. Se suele decir que «ver es creer» pero oler o escuchar también es creer.

    6. Ha estudiado también la moral de los animales ¿Distinguen el bien del mal?

    Si, saben la diferencia; y tienen sentido de la justicia, yo lo llamo ‘justicia salvaje’. Cuando juegan, saben jugar limpio, compartir comida. Aunque tienen su propia personalidad, algunos son más tímidos, otros intentarán hacer trampas, aunque sepan la diferencia eligen, como nosotros, hacerlo bien o mal.

    7. ¿Y se disculpan?

    Sí, sí se muerden muy fuerte, por ejemplo, a través de su comportamiento expresan que lo sienten, que no era su intención y que mejor ser amigos; y perdonan también. Es muy importante para vivir en grupo, necesitan cooperar.

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    8. ¿El premio y castigo es un buen método para que aprendan lo que está bien o mal en nuestro mundo?

    Deberíamos utilizar solo el refuerzo positivo; el castigo no funciona muy bien. Les hace sentir miedo y pierden la confianza en nosotros. Y la convivencia se basa en la confianza mutua.

    9. ¿Qué beneficios tiene para el ser humano esa convivencia?

    Vivir con perros, gatos y demás es bueno para ellos y para nosotros. Cuando una persona acaricia a un perro, ambos experimentan un descenso en sus pulsaciones, en su tensión arterial; es relajante o placentero para los dos. Y se nota a nivel físico, no sólo emocional.

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  • La elección de los estudios tiene que tener un importante nivel vocacional

    IE-University-CampusCentro de Estudios: IE University

    Nombre del Entrevistado: Miguel Costa

    Cargo del Entrevistado: Director de Admisiones y Marketing

    1.- La preocupación principal de muchos universitarios es encontrar pronto su primer empleo. ¿Qué estudios les recomendaría? ¿Qué carreras ofrecen mejores oportunidades laborales?

    En IE University siempre recomendamos que la decisión de los estudios tenga un importante componente vocacional puesto que, en la mayor parte de los casos, la formación universitaria condicionará o tendrá mucho que ver con aquello a lo que el alumno se dedicará en su vida profesional. Por ello, el estudiante debe primero identificar lo que le gusta y en lo que él siente que puede tener un papel importante; después que analice las posibles salidas profesionales.

    En los últimos años, utilizando los datos del informe infoempleo, los estudios universitarios con mayor demanda de empleo son los relacionadas con la economía y administración de empresas, arquitectura e ingenierías, medicina y derecho.

    Otro aspecto que incide de manera importante en la inserción laboral es el dominio de idiomas puesto que casi un 30% de las ofertas exige saber idiomas.

    2.-  ¿Tienen ya disponible alguno de los grados del Espacio Europeo Universitario? ¿Qué ventajas o inconvenientes supone para sus alumnos la adaptación a Bolonia?

    Todas las titulaciones que ofrecemos son oficiales y se encuentran ya adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior y se imparten con secciones tanto en inglés como español.

    Para este curso 2009/10, IE University ofrece las siguientes titulaciones:

    Bachelor in Business Administration (Grado en Administración de Empresas)

    Bachelor in Tourism Management (Grado en Dirección  de empresas Turísticas)

    Bachelor in Architecture (Grado en Arquitectura)

    Bachelor in Communication (Grado en Comunicación y Periodismo)

    Bachelor in Biology (Grado en Biología)

    Bachelor in Psychology (Grado en Psicología)

    Bachelor in Art History (Grado en Historia del Arte)

    Las ventajas que ofrece Bolonia son muchas. Los nuevos grados van a permitir una mayor movilidad tanto de estudiantes como de profesorado, un mayor enfoque a la práctica profesional, puesto que el nuevo modelo se basa en competencias frente a asignaturas tradicionales, la incorporación al plan de estudios de nuevas áreas (como las humanidades) y tecnologías docentes (como formación online), una mayor formación práctica y la enseñanza en otros idiomas. Finalmente, destacaría que Bolonia proporciona una mayor facilidad para la homologación y reconocimiento de los títulos en ese nuevo espacio europeo.

    3.- ¿Imparten alguna titulación nueva este año? Si es así, ¿cuál?

    Este año impartimos dos nuevas titulaciones, que son el Bachelor in Business Administration (Grado en Administración de Empresas) en inglés o español y el Bachelor in Tourism Management (Grado en Dirección  de empresas Turísticas), que se ofrece solo en inglés.

    Además, hemos adaptado las anteriores licenciaturas en Biología y Psicología para ofrecerlas ya como grados en este próximo curso. Todas ellas se unen a nuestros Bachelor in Architecture y Bachelor in Communication, que ya fueron adaptados en el curso 2008/09.

    4.-  ¿Universidad privada o pública? ¿Qué ventajas tiene una respecto a la otra?

    Todas las universidades, públicas o privadas, deben de regirse por la calidad. El alumno no debe elegir por un criterio estrictamente económico, puesto que existen un gran número de ayudas y becas para los centros privados. Más que una discusión entre pública o privada, el estudiante debe basar su decisión entre lo que una u otra universidad ofrece y su reconocimiento, independientemente de su naturaleza. No todas son iguales y Bolonia hace que las diferencias sean posibles y más notorias. Para ello, se debe analizar múltiples aspectos como la calidad de los alumnos y profesores, la estructura y el contenido de los estudios, las instalaciones, las actividades extracurriculares, las salidas profesionales, etc.

    5.-  He decidido invertir en mi formación. ¿Cómo puedo financiarla? ¿Existen ayudas, facilidades…?

    Además de las ayudas que la propia universidad ofrece, existe un gran número de instituciones financieras, públicas y privadas que facilitan financiación, ayudas y becas al estudio. Por ejemplo, en IE University destinamos cada año más de 2,5 millones de euros a becas con el objetivo de que ningún candidato con talento y destacada trayectoria académica deje de acceder a nuestra universidad por motivos económicos. Estas becas pueden alcanzar hasta un 75% del coste de los estudios. Cada año cerca de un 40% de nuestros alumnos recibe alguna ayuda o beca de estudios de nuestra Fundación.

    6.- ¿Cuáles son las tres características clave que debe tener un buen centro de estudios universitarios?

    Un buen centro universitario debe proporcionar los elementos necesarios para lograr el máximo desarrollo personal y profesional de sus estudiantes. Tiene que contar con el talento necesario, tanto de sus alumnos como de sus profesores, además de unos planes de estudio que incorporen las materias necesarias para el desempeño de la profesión y que permitan cumplir con los objetivos formativos. Junto a esto, debe de contar con unas instalaciones adecuadas que incorporen la tecnología como algo habitual y necesario para su formación. Una universidad de calidad tiene que ofrecer una visión global, puesto que vivimos en un mundo globalizado. De ahí que sea fundamental la enseñanza en otros idiomas y la posibilidad de compartir aula con alumnos de otros países y culturas. Además de todo esto, un buen centro universitario debe coordinar  y fomentar la realización de actividades extracurriculares que complementen y añadan valor a su formación académica. Finalmente, la universidad debe disponer de un departamento de salidas profesionales, que ayude a la búsqueda del primer empleo y que desarrolle una potente red de antiguos alumnos que sea fuente de numerosas oportunidades profesionales.

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  • Entrevistamos a los profesionales de la formación sobre la crisis y la educación en España

    Hemos pedido a los profesionales de la formación que nos cuenten cómo ven la crisis desde su sector y que nos den algunas pistas para superarla con éxito.

    1.- ¿Habéis notado un cambio en el perfil de los estudiantes desde el inicio de la crisis? ¿Cuáles son los cursos que más os demandan ahora?

    Muchos centros, sobre todo los más especializados, mantienen el mismo tipo de alumnos. En otros, como Avanzza o Artes Visuales, han notado un aumento de desempleados y un incremento de la edad media de los alumnos: los profesionales de más edad se reciclan para no perder el tren de las oportunidades laborales.

    Es el caso, por ejemplo, del sector inmobiliario. “La crisis – nos cuenta Ricardo Latorre, Director Académico del Centro Superior de Edificación de la Universidad Europea de Madrid – ha traído consigo una disminución del volumen de trabajo. Muchos profesionales en activo han optado por invertir tiempo del que antes no disponían en formarse y especializarse.” Y es que no hay mal que por bien no venga: estos profesionales, según Latorre, “ven en este período de crisis una oportunidad para adquirir conocimientos que les permitan despuntar y promocionarse”.

    Algunos aprovechan para ponerse al día y retomar asignaturas pendientes, como aprender una segunda o tercera lengua. En AIRCO y OKA Comunicación aseguran que tienen más estudiantes de idiomas que nunca.

    2.- ¿Qué estudios le recomendaríais a un profesional en activo que quiera ser más competitivo en tiempos de crisis?

    Cristóbal del Pozo, del CTEEP, lo tiene muy claro: “Un curso técnico”. Y es que la tecnología es un valor en alza, incluso en épocas de vacas flacas. Para Carmen Villegas, de Avanzza, “todo lo relacionado con mejorar la atención al cliente” supone un plus interesante, ahora que captar y fidelizar a los consumidores es más importante que nunca. En este sentido, los cursos de comunicación, como apuntan en OKA, son fundamentales para mejorar el diálogo con los clientes y el modo en que éstos nos perciben. Para AIRCO, además, idiomas y aplicaciones informáticas son siempre buenos comodines, aunque la mayoría de nuestros entrevistados apuestan por los cursos de especialización.

    Un caso muy particular es el de BES La Salle: esta escuela de negocios ha cambiado el temario de sus cursos y seminarios para adaptarlos a los tiempos que corren. Sus clases, dirigidas sobre todo a directivos y cargos intermedios en activo, son esencialmente prácticas. Los alumnos plantean los nuevos desafíos a los que se enfrentan y los profesores trabajan posibles soluciones con ellos. Obtener financiación, motivar al equipo a pesar de los reveses o mantener la productividad con menos empleados son algunos de los temas clave que abordan ahora sus cursos.

    El sector de la construcción, según Ricardo Latorre, tiene la mirada puesta en las obras públicas. “Las empresas del sector demandan cada vez más conocimientos especializados sobre la gestión de concesiones y de gerencia”, señala el Director Académico del CSEUEM.

    3.- Muchos desempleados se plantean dar un giro a su carrera o iniciar una actividad profesional completamente distinta. ¿Cuáles de vuestros cursos les aconsejaríais? ¿Qué profesiones o especialidades tienen más salidas?

    Las profesiones técnicas se llevan la palma, desde las más tradicionales hasta las más punteras. Cristóbal del Pozo, del CTEEP, recomienda dos valores clásicos: electricidad y fontanería: “Cualquier trabajo relacionado con las pequeñas reformas domésticas en este momento tiene muy buenas oportunidades de trabajo”, asegura.

    Otros ponen el acento, sin dudarlo, en las nuevas tecnologías. Ignasi Casanovas, del Centre Ernest Lluch, vinculado al CUIMPB, destaca “las oportunidades de promoción que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación”. En EAPRENDO destacan el título de experto en Sistemas de Información Geográfica. “Es un sector que está creciendo exponencialmente y con unas grandes perspectivas de futuro”, añaden. Aplicaciones como Google Maps y los sistemas de guía por GPS son los primeros frutos de esta tecnología, pero todavía, aseguran, “queda mucho por hacer”. La energía solar es otro campo muy demandado por los estudiantes. Y la estrella, para profesionales de todos los sectores, es Internet. En Artes Visuales no se cansan de hacer hincapié en “las posibilidades publicitarias de este medio”.

    Fuera del terreno más técnico, los recursos humanos, la formación o el marketing comercial van a necesitar buenos especialistas en los próximos años, según Carmen Villegas, de Avanzza. Martín Varela, Director de Acedis Formación, añade a estos campos el de prevención de riesgos laborales: “De por sí, éste ya es un nicho de empleo, que aunque sufre la crisis como todos los sectores, la obligatoriedad legal de las empresas de acudir a este tipo de servicios hace que la repercusión sea un poco menor.”

    AIRCO nos propone oficios tan específicos como tripulante de cabina de pasajeros y auxiliar de congresos y protocolo. La psicología educativa y de la adolescencia, así como la especialidad de mediador familiar, son algunas de las ramas que recomiendan en Psicología Dinámica y en el Centro Códex.

    4.- ¿Qué servicios ofrece vuestro centro para facilitar la inserción laboral de los alumnos?

    Bolsa de empleo y asesoramiento personal son los dos servicios más comunes entre nuestros entrevistados. El CTEEP dispone, además, de un gabinete de asesoramiento para facilitar los trámites administrativos de los alumnos que deseen trabajar como autónomos. Artes Visuales cuenta con un campus virtual donde los estudiantes pueden colgar su currículum para que lo vean las empresas. En Acedis remiten personalmente a los ex alumnos las ofertas de trabajo que reciben y AIRCO ofrece ayuda para preparar un buen currículum vitae y afrontar correctamente una entrevista de trabajo.

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  • Reducir títulos universitarios de Humanidades atendiendo a la demanda del mercado es una chapuza

    Hasta aquí, casi todo el mundo está de acuerdo. El pensamiento humano se articula a través del lenguaje, de la palabra. Al estudio del lenguaje, de la comunicación, de las estructuras lingüísticas y de la transformación de la palabra en palabra creadora, es decir, poética, se dedica la filología, una disciplina con mucha actualidad y no muchos secuaces. Y aquí empieza el desacuerdo.
    Actualmente, existen 17 licenciaturas de filología, cada una centrada en el estudio de una lengua en su vertiente lingüística, literaria y cultural, antigua o moderna. La adaptación en el espacio europeo de educación superior, que hace años que trae cola, obliga, según dicen, a reducir el número de títulos, en el marco de una reforma que afecta a todas las titulaciones universitarias. Ello ha llevado a la supresión drástica de algunos títulos de filología y al refundido de otros.
    Se proponen, de momento (aunque está pendiente de la votación final del Consejo de Coordinación Universitaria, formado por rectores, delegados de comunidades autónomas y miembros nombrados por el congreso) cuatro titulaciones: lengua española y sus literaturas, lenguas y culturas modernas, lenguas y culturas orientales y filología clásica, además de un título, más genérico, de traducción e interpretación.
    ¿A qué criterio responde esta clasificación? Hoy por hoy, quizá sí hay demasiados títulos, desde un punto de vista económico, ya que no todos tienen una gran demanda, pero, en todo caso, responden a unos criterios científicos serios. En cambio, la propuesta, ¿a qué responde?

    ¿POR QUÉ TIENE que haber una lengua española, con un tratamiento singular, al lado de un título que engloba el catalán, el gallego, el vasco, el francés, el alemán, el inglés, el italiano y el ruso? ¿No es moderno, el español? ¿Lo es más, o menos, que el catalán? ¿No lo es también el árabe, lengua en expansión, cuya cultura cada vez pone más interrogantes a Occidente? ¿Tiene que ir junto con el hebreo y eventualmente el chino y el japonés, en un título de lenguas y culturas orientales?
    No existen criterios científicos que avalen esta propuesta. Si por fuerza hay que reducir títulos, se podría hacer uno solo con itinerarios diversos según los intereses de los estudiantes y la demanda del mercado. Tan filólogo es uno que sepa catalán y árabe como uno que sepa inglés y castellano o alemán y chino. El mercado discernirá a quién necesita en cada ocasión. Las competencias filológicas son las mismas, la aplicación a las lenguas será diferente. Por lo tanto, un título que ofreciera la posibilidad de combinar especificidades concretas sería a la vez más lógico socialmente y mucho más europeo.
    Si tanto tenemos que reflejarnos en el otro lado de los Pirineos, conviene recordar (y nadie lo hace) que allí no existen decretos ministeriales que impongan las mismas directrices para cada título en un Estado entero, ni hay materias troncales (el decreto de grado español las fija en un mínimo del 50% y un máximo del 75%, es decir, reduce la autonomía universitaria al 25%). Europa se ha convertido en el pretexto de una reforma eminentemente económica, pero nada científica.
    Y, de rebote, lo sufrimos los catalanes. ¿Cómo es posible, se argumenta, que se pierda el título en la lengua del Estado, que hablan más de 300 millones de personas? Con este razonamiento, se propone un título en lengua española y sus literaturas, porque, manifiestan, este no puede desaparecer. ¿Y los otros sí? ¿Los catalanes, sin Estado, no podemos dedicar la misma especificidad al estudio de nuestra lengua y de nuestra literatura?
    Llegados aquí, todo vale. Vale, especialmente, preguntarse por qué no se puede utilizar el mismo razonamiento para el catalán, que es nuestra maltrecha lengua, con una literatura ilustre. Vale preguntarse por qué no podrá haber un título de filología inglesa, o francesa, por ejemplo, o de lingüística, de ilustre tradición más allá de las fronteras, o de lo que sea. Vale preguntarse por qué esta absurda distribución de títulos si, al fin y al cabo, todos los graduados acabarán en las mismas profesiones de docencia, gestión editorial, cultural, comunicación, etcétera.

    SI ERA FORZOSO el cambio, se ha perdido la ocasión de hacer un planteamiento serio de las filologías y de las humanidades en general. Los títulos hay que proponerlos en su conjunto, de acuerdo no simplemente con la demanda del mercado, sino con la racionalidad de la adquisición del conocimiento.
    Con criterios científicos, tendremos ciudadanos bien formados que sabrán ser útiles. Con criterios dudosos de política o de rentabilidad haremos una gran chapuza. Por mucho que lleve enganchada una engañosa etiqueta europea.