Nuestro lugar de trabajo puede condicionar mucho la productividad. Según un estudio de Ofiprix, el hecho de tener un espacio adaptado a nuestra labor, puede incrementar la productividad hasta en un 20%.
Es un factor que muchas empresas no cuidan, pero contar con un espacio especialmente diseñado a las tareas que se vayan a realizar en él, es fundamental para que, además de mantener un buen ritmo de trabajo, aumente también la productividad y la creatividad.
El estudio también contempla que la crisis ha hecho que las empresas deban adaptarse a espacios más reducidos, pero afirma que aún así pueden adaptarse los puestos de trabajo. El secreto es crear espacios diáfanos que faciliten la comunicación entre los empleados para trabajar en equipo, utilizando menos metros cuadrados pero de forma más eficiente.
Nuestro lugar de trabajo es uno de los lugares en los que pasamos la mayor parte del tiempo y por eso es necesario cuidar este entorno, para repercutir en la productividad y el rendimiento. Economizar el espacio, estructurar los módulos de forma correcta, o dar sensación de amplitud son buenas opciones.
Afortunadamente, las empresas están tendiendo a crear espacios más abiertos, vivos y luminosos para conseguir que los trabajadores se sientan cómodos y puedan rendir más y ser más eficientes. En las últimas décadas se ha buscado colores que impulsen la capacidad de producción de los trabajadores y el manejo más eficiente del espacio. Además la luz natural es muy importante. En caso de que no sea posible conseguirla, se buscan colores que aporten luz, como la gama de amarillos o naranjas.
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