¿Sabías que existen cursos para ser más feliz? Son programas diseñados por expertos para levantar el estado de ánimo de sus alumnos. Hasta en la mismísima Universidad de Harvard se imparten clases para ser más feliz. El profesor Tal Ben-Shachar saltó a la fama dentro de la propia universidad por sus cursos de la felicidad. Muchos alumnos se matriculaban atraídos por la fama de las sesiones de este profesional.
“La principal lección que aprenden mis alumnos es que la felicidad está en nuestro estado de ánimo, hay que aprender a apreciar la vida.” Son palabras de Ben Shachar, que imparte una de las materias más populares de la universidad.
Hay escépticos ante esto de los «cursos de la felicidad», pero ¿has probado alguna vez a poner en marcha pautas para mejorar tu estado de ánimo? Quizá te sorprendas de lo que puedes conseguir. No pienses en que es algo trivial, pues el hecho de pensar y ver el lado positivo de las cosas es algo que se ha de trabajar. Si piensas que eres pesimista por naturaleza, quizá un curso sobre la felicidad te aporte el optimismo que necesitas.
¿Pero de qué consta la formación de estos programas? En los cursos de la felicidad, la formación suele comenzar con una introducción de conocimientos básicos sobre la felicidad: la definición del concepto, su significado, la importancia de la psicología, qué supone dentro de nuestra vida, etc. También se suelen analizar los factores asociados a la felicidad y los mitos asociados a este estado de ánimo. Y por supuesto se profundiza en los métodos para alcanzarlo.
Es común también abordar la formación desde una perspectiva prática, en la que es el alumno el que tiene la oportunidad de evaluar su propio nivel de felicidad, bien medinte cuestionarios o siguiendo métodos científicos de investigadores como Fordyce o Punset. De este modo los alumnos conocen su siuación de partida y puede enfocar el aprendizaje mucho más motivados.
Algunos consejos para ser más feliz
– Piensa cuáles son los aspectos más importantes en tu vida y asígnales prioridades. Mira el tiempo que les dedicas a cada uno de ellos, quizá deberías repartir mejor tu tiempo, dedicando más a las cosas que más te importan.
– No te fijes tanto en lo que tienen los demás, sino en lo tuyo propio. Muchas veces nos quejamos porque nos comparamos con el vecino pero seguro que hay cosas en las que tú eres más afortunado. Dales el valor que merecen.
– Valora tu vida, echa un vistazo a tu alrededor. Tu familia, tus amigos, tu estado de salud. Párate a pensar en lo que tienes
– Expresa tus emociones. Muchas veces nos contenemos, no expresamos lo que sentimos y eso hace que sin quererlo, nos encerremos en nosotros mismos. Una persona que expresa sus emociones se siente libre y tiene una actitud mucho más positiva.
– Piensa en actividades que te guste hacer y compromete tiempo para ellas. ¿Te gusta la cocina? Pues intenta dedicar un tiempo a cocinar cada semana. Haz lo mismo con deportes que te guste practicar, actividades culturales, etc. Reserva unas “horas sagradas” para ello.
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– Dedica algún momento de la semana a algo relajante. Aunque te parezca que no, es importante reservar algún momento para ti. Un baño relajante, unos momentos en una terraza mirando al cielo, un curso de yoga, etc.
– No hagas más cosas de las que puedes soportar. Uno de los mayores motivos de infelicidad es el hecho de tener muchas cosas en marcha y ver que no llegamos a todo. El estrés que nos produce nos lleva a no ser felices. Redistribuye tus tareas y prioriza.
imagen por cortesía de marcus vegas
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