[busqueda cursos=»Postgrado en Analítica Web y Técnicas de Análisis, Grado en Administración y Dirección de Empresas, Máster en Periodismo 2.0, Máster en Dirección de Marketing Digital y Comunicación Empresarial, Máster en Informática, Postgrado en Usabilidad Web, Conversión y Experiencia de Usuario, Máster en Ingeniería Informática Aplicada a la Industria, a la Ingeniería del Software y a los Sistemas y Tecnologías de la Información «]
Existen innumerables métodos de estudio. Hay personas que tienen la capacidad de estudiar directamente del libro, sin embargo, el temario a examinar también puede incluir otros documentos como artículos, presentaciones Power Point, novelas, películas, etc. Por este motivo, es esencial que en primer lugar, hagas una recopilación de todo lo que entre en el examen y recuerda que, si para el examen tu profesor ha marcado algunos capítulos de un libro que está en la biblioteca, tendrás que espabilarte y fotocopiar las páginas en cuestión rápidamente, pues éstos suelen desaparecer y pedirse prestados las semanas antes al examen.
La primera lectura
Una vez recopilado todo el contenido que el profesor quiere someter a examen, lee detenidamente toda esa información por primera vez. En esta primera lectura, apunta todas las dudas que te surjan y resuélvelas cuando acabes de leerlo todo.
Tras la primera lectura, tendrás una idea general del temario de examen. Después de este paso, procede a realizar una segunda lectura subrayando (con lápiz, fluorescentes, etc.) las ideas más importantes sin abusar del subrayado. En esta segunda lectura, dedica más tiempo a procesar la información y parándote en cada capítulo o concepto que no acabes de entender. Cuando te encuentres con conceptos que no acabas de comprender o capítulos especialmente difíciles e importantes para el examen, procede a trabajarlos con más intensidad. Para ello, tienes multitud de métodos de estudio: resúmenes, esquemas, tarjetas o fichas, mapas conceptuales (o mapas mentales), tablas, diagramas, gráficos, listas o incluso presentaciones Power Point.
Elaborar esquemas, resúmenes o tablas
Todas estas metodologías, se reducen en esencia a elaborar una buena síntesis, es decir, un resumen del contenido que reduzca la información de la fuente primaria (por ejemplo, el libro de texto) a una cuarta parte. El material de estudio deber ser limpio y pulcro, pero recuerda que no debes perder tiempo realizando un esquema o resumen perfecto. En cambio, sí debes dedicar tiempo pensando en lo más destacado del contenido a trabajar con la síntesis, evitando a toda costa el contenido contextual y menos importante.
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A la hora de realizar los diferentes tipos de síntesis, es esencial identificar las ideas fundamentales y captar la estructura del contenido para no confundir conceptos. Posteriormente, debes decidir la modalidad de síntesis (esquema, ficha, resumen, etc.) según el contenido y el tipo de examen. De esta forma, es mejor que no utilices tablas y gráficos si el tipo de examen es de respuesta larga. No obstante, cada persona tiene un forma de pensar distinta, por lo que si crees que necesitas hacer un esquema para organizar mejor las ideas, hazlo así. Por otra parte, siempre puedes sintetizar el contenido con una fórmula mixta de resúmenes con flechas o recuadros de definiciones importantes, esquemas numéricos, etc. Recuerda que hacer resúmenes o esquemas es una forma ideal de aprender y retener las ideas de cara al examen.
Una vez hayas realizado las síntesis, asegúrate de que todo su contenido es correcto contrastándolas con el contenido original. Posteriormente, efectúa detenidamente una tercera lectura de todo el contenido y los resúmenes o gráficos que hayas realizado. Apunta todas las dudas que te surjan y resuélvelas al acabar la lectura. Este es el momento de memorizar con eficacia, un tema que abordamos en el siguiente artículo de este especial.
Después de esta etapa, puedes dedicar el tiempo a ampliar tus conocimientos a través de Internet o lecturas complementarias, realizando ejercicios y posibles preguntas que pueden salir en el examen, o comparando tus apuntes y conocimientos con los de tu compañero de clase. Recuerda que para cada asignatura, existe una manera de estudiar distinta. Por ejemplo, en el caso de las matemáticas es esencial practicar con ejercicios sin parar, mientras que para estudiar inglés, funciona la asociación de imágenes.
