Los seis consejos básicos para que el vestuario fortalezca la presencia en la empresa

Escoger la vestimenta que nos vamos a poner cada mañana para ir a trabajar puede parecer una elección trivial, pero no es así. Depende de qué prenda elijamos podemos causar una impresión u otra y, a la larga, puede afectar a nuestra percepción en el trabajo. Para evitar ciertos errores que a menudo se cometen en este aspecto la colaboradora de Forbes, Kristi Hedges, ha elaborado un artículo sobre cómo aprovechar la vestimenta para mejorar la opinión y la presencia que tenemos frente a los demás.

Hedges indica que no hay una manera correcta de vestirse pero que sí que debemos adaptar nuestro vestuario a la imagen que queremos dar. Si lo que quieres es ser más innovador y creativo, opta por una vestimenta más casual e informal. Si, por el contrario, trabajas en una multinacional, lo más seguro es que deberás vestir como los altos directivos. Sea como sea, hay seis máximas que no debes evitar a la hora de elegir el modelito del día siguiente.

–         Mantén el armario actualizado. No se trata de que estés cada semana comprándote ropa pero sí que debes tener en cuenta que la que tengas se adapte completamente a ti. Hedges recuerda que las modas y los cuerpos cambian y que es importante que las prendas queden lo mejor posible. Recomienda, por lo menos una vez al año, comprar nuevas prendas.

–         Vístete para el trabajo que quieres, no el que tienes. Las posibilidades de promoción en una empresa empiezan por uno mismo. Si te vistes acorde con el puesto que te gustaría ocupar, tendrás más posibilidades de llegar a él, según apunta Kristi Hedges. Promociona tu vestuario.

–         Una vestimenta informal no es sinónimo de descuidada. Que los viernes puedas ir en vaqueros no significa que elijas aquellos tan cómodos pero tan desgastados por el uso. Siempre es mejor pecar de más que de menos, no olvides que estás trabajando. Deja la ropa excesivamente deportiva o muy usada para el fin de semana.

–         No vistas de manera provocativa si eres mujer. La seguridad en una misma es muy importante y resaltar la feminidad también, pero todo tiene ciertos límites. Un toque femenino en el look va bien pero pasar la ralla y vestir de manera sugerente puede jugar en tu contra. Tu credibilidad como profesional está en juego así que adapta tu vestimenta al trabajo.

–         Cuanto más joven, más conservador debes vestir. Esta máxima es, según Kristi Hedges, básica a la hora de elegir vestimenta para el trabajo. Recomienda a los jóvenes que vistan más clásicos para dejar una mejor impresión en sus compañeros y superiores. Sin embargo, conforme se cumplan años es bueno permitirse ciertas licencias a la hora de vestir ya que la carrera estará más consagrada y se podrán añadir toques propios.

–         Adapta tu manera de vestir según con quien trates. Puede ser que en tu trabajo tengas que tratar con diferentes clientes. Tenlo en cuenta a la hora de vestir. Si no estás seguro que cómo son esos nuevos proveedores, es mejor que te vistas de una manera más formal para la reunión de mañana. Para ir más casual, siempre hay tiempo.

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