Las empresas que apuesten por trasladar su negocio a Internet (cloud computing), podrían reducir su consumo de energía y emisiones de carbono al menos en un 30 %. En el caso de las pymes, ese porcentaje podría ser de un 90%. Este ahorro es muy representativo, frente a las empresas que tienen aplicaciones funcionando en infraestructura propia.
Los datos han sido extraídos de un estudio encargado por Microsoft y elaborado por Accenture y WSP Environment & Energy, y pone de manifiesto el potencial del modelo Cloud Computing para utilizar un software de modo más eficiente.
La tecnología alojada en Internet es más económica y los recursos tecnológicos se utilizan de un modo mucho más eficiente, ya que las aplicaciones se ejecutan en un entorno compartido.
El estudio se centra en tres aplicaciones de Microsoft para correo electrónico, compartición de contenidos y gestión de relaciones con los clientes.
Los clientes elegir entre instalar cada aplicación en su propia infraestructura de TI o emplear la aplicación Cloud de Microsoft. El informe destaca que optar por el Cloud permite reducir considerablemente las emisiones de carbono. “Los beneficios del cloud computing son claros: mayor productividad, reducción de costes y una menor carga en la gestión de los productos”, tal y como comenta Rob Bernard, director de estrategia medioambiental de Microsoft Corporation.
Los grandes centros de datos, como los de Microsoft se benefician de economías de escala y eficiencias operativas que los departamentos de TI de las empresas no pueden alcanzar. El estudio hizo una evaluación de la huella de carbono de la infraestructura del servidor, red y almacenamiento de despliegues de tres distintos tamaños: 100, 1.000 y 10.000 usuarios. Se descubrió que cuanto más pequeña es una empresa, mayores son los beneficios de trasladar su negocio a la red.
Aunque el estudio se centra en Microsoft, podría aplicarse en otras muchas aplicaciones y proveedores del entorno del Cloud Computing.
El ahorro proviene de varias acciones. En primer lugar, las operaciones de software a gran escala permiten adaptar la capacidad del servidor a la demanda; además los grandes entornos de Cloud Computing dan servicio a multitud de usuarios a través de una infraestructura compartida; por otra parte, los centros de datos serán más eficientes.
El estudio determina que, aunque muchas organizaciones pueden manejar algunos de estos factores en sus propios centros de datos para disminuir el uso de energía y las emisiones, debido a las economías de escala, los proveedores de las grandes infraestructuras de Cloud pública están mejor posicionados para ayudar a reducir el impacto medioambiental de la tecnología a través de la eficiencia de las tecnologías y la escala.
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