El retiro de los deportistas de élite es un momento muy especial y delicado para el profesional. Después de una vida dedicada al deporte y con apenas la treintena cumplida, se ven obligados (por razones físicas o porque ya no cuentan con ellos) a dejar la actividad profesional de alto rendimiento. En este momento, según publica el licenciado en Psicología del Deporte, Darío Mendelsohn, se produce una confluencia de tres etapas de la vida que normalmente vienen de manera consecutiva: la adolescencia, la adultez y la vejez.
El profesional del deporte siente que está en la adolescencia porque se reencuentra con una etapa que tuvo que pasar por alto a favor de su rendimiento deportivo y dedicación profesional. Además se encuentra en su momento de máxima experiencia, esto es la adultez, con unas condiciones tácticas y bagaje deportivo extraordinario. Sin embargo, el retiro de un deportista también le hace sentirse como en la vejez porque es percibido como un elemento caduco. A ello se le suma el sentimiento de no saber qué hacer con su vida ya que la ha dedicado por completo a la práctica deportiva.
Por este motivo es importante prepararse para este momento antes de la retirada. Una de las maneras es aprender a gestionar la propia marca personal deportiva antes de que llegue el momento de colgar las botas, los guantes o el florete. Esto hará que el profesional se conciba a sí mismo como algo más que un deportista y pueda empezar a abarcar más ámbitos profesionales.
Además de convertirse en entrenador, profesor de educación física o gestor de un gimnasio, un profesional del deporte puede usar su propio físico para convertirse en imagen de una marca. No necesariamente ha de estar retirado para hacerlo y, además, cuanta más presencia en los medios, mejor caché tendrá, pero es posible convertirse en imagen por varios años de una marca. Si esta firma casa con la manera de pensar del deportista incluso es posible que le ofrezcan algún tipo de colaboración: diseño de una línea de ropa, creación de relojes personalizados, realización de cursos de formación en gimnasios, etc.
Muchos profesionales que han llegado a ser reconocidos por su valía ven en los medios de comunicación una muy buena salida. Las retransmisiones necesitan el punto de vista del experto y, si se tienen buenas dotes de comunicación, es más que probable que repitan y que incluso cuenten con ellos de manera asidua. De la misma manera, otra forma de compartir su experiencia con el gran público es escribir un libro que las relate.[relacionados align=»left»]Otros contenidos de este reportaje[/relacionados]
También existe la posibilidad de convertirse en empresario. Muchas veces la experiencia profesional hace que se localicen nichos de mercado de una manera mucho más fácil e intuitiva. Es por este motivo que muchos deportistas profesionales acaban siendo grandes emprendedores.
Por supuesto, otra de las alternativas de los profesionales del mundo del deporte es desvincularse de él y, por ejemplo, estudiar una carrera universitaria, realizar un curso o centrarse en otro ámbito que le interese pero al que no se ha podido dedicar por la exigencia del deporte de competición.
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