En España la educación superior está más o menos al alcance de todos. Tenemos una universidad pública subvencionada, que ofrece precios de matrícula asequibles, becas (no entraremos a discutir si son suficientes o no, pero al menos existen), créditos sin interés para estudiantes… Incluso las universidades privadas cuentan con sus propios sistemas de ayuda financiera. Las pruebas de acceso tal vez sean mejorables, pero al menos se basan en el nivel académico de los candidatos, no en su poder adquisitivo.
Hasta aquí, todo muy bien. Sólo que, como suele suceder en estos casos, todos somos iguales… pero unos más que otros. No todo el mundo puede permitirse el lujo de concentrarse por entero en el estudio. En la Antigüedad, el gobierno de Alejandría alojaba y mantenía a los sabios de su biblioteca para que se dedicaran solamente a lo suyo, a pensar. Hoy, ese papel lo asumen los padres… cuando pueden. Cuando no pueden, o no quieren, o el estudiante considera que necesita más dinero de bolsillo, llega el momento de buscar un trabajo compatible con los estudios, ya sea en España o en el extranjero.
A veces se da exactamente la situación opuesta. Un profesional con varios años de experiencia decide que ha llegado el momento de reciclarse, ponerse al día, mejorar sus oportunidades de ascenso o reorientar su carrera. “Si pudiera volver a empezar, estudiaría otra cosa”. “Si tuviera el título, me costaría menos encontrar trabajo”. “Con un máster ganaría más dinero”. Pero, para cuando llega ese momento, la mayoría tiene ya demasiadas responsabilidades a las espaldas: un trabajo a tiempo completo, una hipoteca, hijos a los que cuidar… Para ellos, la formación online puede ser todo un salvavidas. Pero, tanto si eligen un curso a distancia como uno presencial, necesitarán un montón de paciencia, perseverancia y sentido de la organización para compaginar estudios, trabajo y vida privada.
Esta semana dedicamos nuestro reportaje de portada a todos los que estudiáis y trabajáis a la vez. Porque os merecéis un aplauso y algo más que eso: un pequeño manual de supervivencia. Además, contaremos con el testimonio y los consejos de varios alumnos que han logrado compaginar su formación con un empleo. ¿Y vosotros? Nos encantaría leer vuestras anécdotas.
En mi caso, ya estoy cursando una segunda carrera al mismo tiempo que trabajo. La verdad es que, al estar en una universidad virtual, es bastante más fácil que en una presencial (no habría forma de ir a ninguna clase por los horarios).
Como consejo principal daría el de la constancia. La experiencia me ha enseñado que es mejor dedicar un par de de horas al día al estudio que pretender aprobar pegándome una panzada de estudiar los días previos a los exámenes.
Eso sí, lo más imprescindible antes de decidirse a estudiar si trabajas es asegurarte que tu entorno familiar va a entender que no estés disponible para ellos cuando llegas a casa. En caso contrario, te juegas unas cuantas peleas por no poder atender a los niños, ayudar en las tareas domésticas, etc.
Es cieto Inma, la formación online es la alternativa perfecta para personas con un empleo, pero es esencial ser constante como bien dices. Las escuelas suelen ofrecer servicios de tutoría para ayudar al alumno a completar la formación. un saludo y gracias por tu comentario!
Muy cierto. La constancia es la clave del éxito y aunque nos pueda resultar difícil si nos esforzamos y mantenemos un ritmo de estudio continuado, veremos que nuestros esfuerzos tiene recompensa. Enhorabuena por ser capaz de estudiar y trabajar a la vez. Un saludo Inma!
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yo me fui de casa pronto, tenía claro que no queria vivir con mis padres, y el querer ser independiente, requiere serlo en lo bueno y en lo malo. Pero con 23 años decidi volver a estudiar, y ahora estoy en el segundo año de carrera, voy a las clases presenciales por la mañana, y por la tarde trabajo seis horitas que no esta mal…Llego a casa alas 10. 30 y en lo q ceno e intercambio unas pocas palabras con mi pareja, a la cama que al dia siguiente me lebanto las 8 menos cuarto y tengo que rendir tanto en clase como en el trabajo. No soy una persona que se queje, esto es lo que he elejido, pero en algun trabajo, que me ponían de un día para otro los profesores, en alguna ocasión les pedi que por faavor me lo mandaran mejor si no les importaba el viernes, para tener tiempo el fin de semana,explicandoles mi situación, la respuesta en los dos casos, por q solo han sido dos, me dijeron que no, que los trabajos necesitaban solo de unas horillas, no del fin de semana completo. Y la verdad me dolio mucho, por que yo no tengo ni unas horillas entre semana, claro me toco pirarme d otras asignaturas y quedarme hasta las tantas por la noche despues d llegar muy cansada del trabajo, esta claro que no tienen ni idea de lo que es estudiar y trabajar a la vez, por que si no, no lo entiendo.