La expansión de las redes sociales es una realidad, y quien no se haya enterado que despierte ya de su sueño! Es cierto que a nivel de empresa aún falta mucho camino por recorrer para que igualemos a otros países, pero el número de usuarios crece cada día.
No entraremos en este post a analizar el uso en las empresas, sino la utilización que le dan los propios trabajadores y si ese uso afecta a su rendimiento. Es cierto que Internet y las redes sociales pueden quitarnos tiempo y pueden afectar a nuestro nivel de productividad, por eso es necesario saber cómo usarlas.
Creo que las redes sociales son un elemento muy positivo, tanto para la socialización de los trabajadores, como para la imagen de la empresa. Lo que pasa es que claro, si nos ponemos a charlar toda el día con nuestros amigotes sobre la cena del día anterior, es normal que nuestros jefes estén cabreados.
El truco está en saber equilibrar nuestra vida profesional con nuestra vida personal. No quiero decir que no podamos hablar con nuestros amigos o hablemos sobre nuestra vida, pero sí debemos tener cuidado en que nuestro ocio, no ocupe por completo nuestra jornada laboral.
Como herramienta de trabajo, las redes sociales potencian la creación de una red de contactos beneficiosa para nuestra empresa. Suponen un buen escaparate para mostrar que dentro de la empresa hay «personas» y a través de ellas podemos transmitir nuestra filosofía y acercarnos más a quien nos da de comer, es decir, el PÚBLICO.
Hay que recordar que las redes sociales son un excelente vehículo para potenciar nuestra marca, y quien mejor que los propios empleados para hacerlo. Además el uso de las redes sociales permite una mayor interactividad entre los trabajadores, y potencia el trabajo en grupo.
La solución no es prohibir su uso sino asesorar a los empleados de cómo deben utilizarlas en beneficio propio y beneficio de la empresa. Algunas empresas ya han desarrollado manuales sobre cómo utilizar las redes sociales en el ámbito profesional e incluso especifican el tipo de información que se puede difundir sobre la empresa.
En cualquier caso las redes sociales son algo tan nuevo que quizá las empresas tienen miedo a sus consecuencias y no están muy seguras del uso que deben darle. Aunque también es cierto que cada vez más organizaciones ven que puede ser una buena oportunidad de negocio, a pesar de que no sepan muy bien cómo funcionan.
Y tú…¿utilizas las redes sociales en tu trabajo? ¿ Crees que afectan a la productividad?
Juan Piñeiro
Rompo el hielo, con Skype y luego os hablo de FB.
Utilizo bastante Skype en mi trabajo para estar en contacto con clientes y compañeros de profesión (traductores). Tenemos un foro para hacer consultas, aclarar conceptos, comentar novedades editoriales, formular preguntas, etc. Aun ciñéndonos a cuestiones estrictamente profesionales, resulta MUY tedioso que Skype esté avisándote cada dos por tres de que tienes una nueva intervención de algún compañero. Los días que me conecto al foro merma mucho mi rendimiento laboral, me distraigo más y no alcanzo el grado de concentración que requieren ciertos proyectos.
Con FB el proceso es diferente, aunque el resultado viene a ser el mismo. Consulto FB 1 ó 2 veces al día, sobre todo cuando me siento algo cansado del trabajo y necesito «distraerme». (Cambiar de actividad es bueno para recuperar la concentración.) El «problema» es que uno termina pasando en FB más tiempo del deseable (que si una foto, que si un vídeo…). Y eso que he hecho una limpieza de «amigos».
Y como muestra un botón: aquí me tenéis dando rienda suelta a mis frustraciones cuando debería estar revisando la traducción de un software de estadística 🙂