Un estudio de Hudson ha logrado definir los rasgos que caracterizan a los directivos de las empresas de todo el mundo y el resultado han sido dos perfiles que se han denominado masculino y femenino. Los empleados señalan que el perfil de liderazgo femenino es el más deseado porque fomenta la participación.
Según el análisis realizado el perfil femenino de dirección de empresas responde a una persona altruista, cooperadora, autoexigente y con habilidades sociales muy desarrolladas. El perfil en el liderazgo masculino en cambio, es de una persona más extrovertida, comunicativa, ambiciosa y con mayor control de las emociones.
A pesar de la clasificación los expertos advierten que no todos los hombres responden al perfil masculino ni todas las mujeres al perfile de liderazgo femenino, en cuanto a habilidades directivas se refiere.
Las personas, indiferentemente de su género pueden desarrollar un tipo de perfil u otro. En este sentido las mujeres que tienen un estilo de liderazgo masculino son percibidas por sus compañeros como más serias, autónomas y exigentes. De igual manera pasa con los hombres.
El estudio también revela que los cuerpos de empleados de las empresas analizadas prefieren el perfil de liderazgo femenino que promueva lo participativo y que sea menos jerárquico.
El análisis se ha llevado a cabo mediante una herramienta llamada BAQ (Business Attitude Questionnaire) que ha ideado Hudson. Se trata de un sistema de auto percepción que mide 25 rasgos de la personalidad y liderazgo y los divide según el campo al que pertenecen.
Las habilidades directivas, si bien en muchas personas son cualidades innatas, se pueden mejorar y cultivar mediante cursos de liderazgo o de gestión de personal. En muchas empresas contar con estas habilidades es un requisito imprescindible para ascender ya que la gestión de los recursos humanos marca la productividad de un departamento.
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