Descubrir que soy neurodiverso fue como encontrar la pieza que faltaba en un rompecabezas que nunca parecía encajar del todo. Durante años, me pregunté por qué a veces me sentía como un extraño en mi propio entorno, como si mi mente estuviera sintonizada en una frecuencia distinta al resto. La respuesta llegó cuando comprendí qué significaba realmente ser neurodiverso.
La neurodiversidad es un término que describe la diversidad natural de los cerebros humanos. No todos pensamos de la misma manera, y eso es algo bueno. Ser neurodiverso significa que mi cerebro procesa la información de manera diferente a la mayoría. No se trata de ser mejor ni peor, sino de ser distinto, de ver el mundo desde una perspectiva única.
Desde niño, siempre fui un mar de ideas, un torbellino de pensamientos que a veces me alejaban de lo que otros consideraban importante. No era que no me importaran los demás o que no prestara atención; es solo que mi mente nunca se quedaba quieta. Saltaba de un pensamiento a otro, con la misma intensidad con la que sentía cada emoción, cada idea.
Ser divergente es parte de lo que significa ser neurodiverso. Mi mente no sigue el camino más transitado; en cambio, busca rutas alternativas, conexiones inesperadas entre ideas aparentemente dispares. A menudo, esto me ha llevado a soluciones creativas y enfoques innovadores en mi trabajo, pero también me ha dejado sintiendo que no encajo en un mundo que prefiere el orden y la uniformidad.
Pero la neurodiversidad no es solo sobre cómo pienso, también influye en cómo interactúo con los demás. Mi perfil rojo en DISC refleja esto perfectamente. Soy intenso, apasionado, directo. Para algunos, mi manera de ser puede parecer arrolladora, incluso incómoda. Pero no es que quiera imponerme; simplemente, siento las cosas profundamente y no puedo evitar expresarlo. Mi forma de liderar, de comunicar, de vivir, está llena de energía y de un impulso constante por avanzar, por mejorar.
Sin embargo, ser un perfil rojo también tiene su lado complejo. La intensidad puede ser agotadora, tanto para mí como para quienes me rodean. Mi mente a menudo se dispersa en mil direcciones, lo que a veces se interpreta como desinterés o falta de atención. Pero no es así. Estoy presente, pero mi cerebro está procesando todo a la vez, saltando de un tema a otro, siempre en movimiento.
Vivir en un mundo donde lo azul —lo tranquilo, lo metódico— es la norma, puede hacer que un rojo como yo se sienta fuera de lugar. Me han dicho que debo bajar el ritmo, que necesito relajarme, que soy demasiado. Pero ser neurodiverso y tener un perfil rojo significa que así es como estoy hecho. Y aunque no siempre es fácil, he aprendido a aceptar y valorar mi manera de ser.
La neurodiversidad y la divergencia no son defectos; son partes esenciales de lo que soy. Me han permitido ver oportunidades donde otros ven problemas, crear soluciones que otros no habrían imaginado. Pero también me han enseñado a ser más comprensivo conmigo mismo, a reconocer que no necesito ajustarme a las expectativas de los demás para tener éxito.
Es un camino de aceptación, de entender que mi forma de pensar, de sentir y de actuar es válida, incluso cuando no encaja con lo que se considera «normal». He aprendido a rodearme de personas que aprecian mi diferencia, que entienden que mi manera de ver el mundo es tan necesaria como cualquier otra.
Si te sientes identificado con lo que he compartido, si alguna vez te has sentido como un pez fuera del agua, puede que también seas neurodiverso. Y eso está bien. Es nuestra diversidad la que enriquece el mundo, la que impulsa la innovación y el cambio. No necesitamos ser como los demás para tener valor. Nuestra diferencia es nuestra fuerza.
Comparte este mensaje con aquellos que también puedan sentirse diferentes y ayúdalos a entender que no están solos. La neurodiversidad es parte de la belleza de ser humano. ¡Sigue explorando y aprendiendo sobre tu propia mente, porque allí es donde reside tu verdadero poder!
Emprendedor en serie y business angel, fundador de IEBS Digital School. Experto en Transformación Digital, Growth Marketing, RPA y Automatización.