Cinco reglas de oro a la hora de elegir un máster o posgrado

El título máster tiene una gran demanda debido a las ventajas que aporta a la carrera profesional tanto de los  recién licenciados como de los  profesionales.

A los primeros les dota de una visión práctica y cercana a la realidad empresarial y a los profesionales les permite una actualización de conocimientos, una especialización o hasta la posibilidad de conocer otra área empresarial de cara a un cambio en el rumbo de su trayectoria profesional.

Dentro de los estudios de posgrado debemos distinguir por los doctorados y los másters y cursos de especialización. Según datos de una encuesta sobre calidad y movilidad de los estudios de doctorado en la UE y en los países del espacio económico europeo, sólo el 17% de los doctores trabaja en empresas privadas, mientras que el 67% lo hace en universidades y centros de investigación superior.Por el contrario, la empresa se ha rendido ante los másters y no por los doctorados . Los datos de las ofertas de empleo no dejar lugar a dudas, hoy en día disponer de un título de posgrado no es una ventaja sino un requisito.

Por lo tanto si su objetivo es la empresa privada deberá decantarse por algún curso de los denominados máster, sin embargo si su objetivo es el mundo académico y de la investigación probablemente un doctorado sea su mejor elección.

Según se indicaba en una entrevista publicada en ABC los responsables de los departamentos de selección de diversas empresas coinciden al afirmar la importancia de tener un título de postgrado, junto a la experiencia laboral, en función de las características del puesto a cubrir,  ya que supone un valor añadido a la hora de superar con éxito una entrevista laboral.

Veamos entonces que criterios debo tener en cuenta a la hora de iniciar un proceso de búsqueda y selección de un curso de Posgrado:

Regla Nº 1: ¿Porqué estudiar un curso de Posgrado?

Antes de iniciar la búsqueda de un programa de posgrado lo primero que hay que plantearse es porque  realizarlo. No hay nada peor que realizar un programa de este tipo simplemente porque hemos  escuchado que es imprescindible para encontrar un buen trabajo. Cuando esto sucede al final elegimos utilizando variables erróneas que nos llevan a decisiones equivocadas y una consecuente perdida de tiempo y dinero.

Los motivos mas habituales para realizar un programa de postgrado son:

-Para complementar nuestra formación o cubrir una carencia
-Para reciclarse o actualizar nuestros conocimientos
-Para aumentar nuestros conocimientos en una temática
-Por simple motivación personal de aprendizaje

Los objetivos que buscamos son:

-Consolidar nuestro puesto de trabajo
-Cambiar de puesto de trabajo
-Encontrar una salida laboral o una oportunidad
-Conocimiento y autorealización

Regla Nº 2: ¿Qué tipo de curso debo elegir?

Lo normal es que al comienzo de nuestra carrera profesional busquemos programas generalistas, es muy probable que todavía no tengamos claro que es lo que más nos gusta y necesitamos experiencia previa antes de buscar una superespecialización. En el mundo de la empresa por ejemplo estaríamos hablando de masters en marketing, masters en finanzas, masters en rrhh, masters en operaciones, etc.

Una vez que ya hemos encontrado nuestro camino lo más normal es que busquemos especializarnos en el área en el que nos estamos desarrollando por lo que siguiendo el ejemplo anterior buscaremos programas especializados en marketing directo, gestión del riesgo, medioambiente, SAP, Project Management, etc.

Si conseguimos consolidarnos como responsables en una de las áreas de nuestra organización sólo nos queda el último asalto hacia puestos de gestión. Esto es posible desde cualquier área funcional de la empresa pero seguramente será necesario haber realizado un buen MBA, lo cual por cierto no será nada barato, no nos engañemos, los mejores programas y que más garantías ofrecen, también son los más caros.

Regla Nº 3 ¿Cómo realizo el programa?

A distancia, on-line, mixto o presencial. Hoy en día tenemos muchas más posibilidades de las que tenían nuestros abuelos, por lo que en función de nuestras circunstancias nos decataremos por uno u otro métodoo. En cualquier caso debemos ser conocedores de las ventajas e incovenientes que tiene cada uno de ellos.

Sin dudarlo mucho nuestra recomendación es que si dispones del tiempo necesario la primera opción es la tradicional, es decir acudir a un aula, aunque también es la manera que le exige mayor compromiso; asisitir y desplazarse a clase cada día cumpliendo un estricto horario.

Hoy en día existen escuelas que combinan metodologías presenciales con metodologías online, lo que sin duda es el futuro, aunque a día de hoy haya muy pocas un ejemplo es La Salle. También existen el caso contrario. Escuelas on-line y a distancia que combinan sus programas con fases presenciales en mayor o menor medida.

En segundo lugar para todas aquellas personas que tienen poco tiempo o una agenda muy apretada recomendamos la formación on-line o e-learning. Es lo más parecido a realizar un curso presencial pero sin ir a clasee.  La formación on-line ya no puede ser considerada formación a distancia porque Internet ha roto las barreras de espacio y tiempo y es cierto porque la correcta combinación de herramientas asíncronas (foros, email) con herramientas síncronas (Chat o video conferecia) permiten la comunicación fluida y constante que unida a un buen método de estudio consigue resultados equivalentes, en cuanto a calidad, a la formación presencial.

Hoy en día no existe, según nuestra información, ninguna escuela en España que este aprovechando este medio al 100% de sus posibilidades puesto que es muy caro producir materiales multimedia, aunque hemos visto en universidades como la de Columbia sus posibilidades reales. En cualquier caso el que redacta este artículo suscribe sus beneficios y que es un fenómeno imparable que sin duda aportará muchos valores añadidos al mero proceso formativo mas allá de la propia formación adquirida como puede ser la adquisición de habilidades  de autoaprendizaje que permitirá la supervivencia profesional en la sociedad actual tan cambiante.

Hay que tener cuidado con algunos programas son mal denominados on-line y siguen siendo programas a distancia, con la desventaja que los materiales en vez de entregarlos en mi domicilio se descargan desde un campus. en formato electrónico.  Para identificar estos programas debemos saber que son programas autoformativos y que no hay un desarrollo de la clases online. Aunque si nos ofrecen recursos como foros, chat, evaluaciones pero no forman parte de la metodología de aprendizaje.

Por último la formación a distancia es adecuada para aquellas personas que o bien no se atreven con  Internet y la tecnología o bien por sus circunstancias personales no pueden comprometerse con un ritmo de trabajo constante. Sin embargo a nuestro juicio tiene varios  incovenientes como son los provocados por la soledad del alumno en el aprendizaje y que lleva a altos índicies de abandono.

Regla Nº 4. ¿Qué criterios debo tener en cuenta para elegir mi máster y el centro donde lo voy a realizar?

Supongo que debe haber muchas maneras para realizar un proceso de búsqueda y selección de un programa formativo. Iberestudios aporta muchas herramientas a los miembros registrados de su comunidad para ayudarles en su búsqueda, como son el buscador inteligente, el sistema de alertas de búsqueda y el menú de cursos favoritos para que pueda comparar las variables analizadas y descartar los que menos se ajusten a los requisitos buscados.

En este sentido y como decíamos al principio lo más importante es saber que busco y que quiero obtener con ello. Para ello deberé analizar tantos programas como considere necesario hasta encontrar aquel o aquellos que realmente satisfacen mis objetivos. Un consejo, eliminemos cualquier prejuicio con respecto a una institución y olvidémos del precio hasta la fase final de la decisión.

Debemos ver la formación como una inversión rentable y no como un gasto y a veces es necesario invertir algo más para conseguir los objetivos que perseguimos. Una vez que hayamos elegido los programas que por contenido, objetivo y método de realización se ajusten a nuestras necesidades, ahora si vamos a realizar un análisis en profundidad de cada uno de ellos definiendo las variables a ponderar.

A continuación os vamos a facilitar algunas de las más importantes, no por ello las únicas. También es muy recomendable que tengamos claro desde el principio que valor le vamos a dar a cada una de ellas.

Objetivos del curso. Hay que leer con detenimiento las metas y la metodología del programa. ¿Ofrece una visión completa? ¿Se centra en los aspectos que nos interesan? ¿Contiene casos prácticos? ¿Exige la realización de un proyecto? Es muy importante que un programa de posgrado se centre en enseñar al alumno de forma práctica y no teórica. La forma mas práctica de aprender es mediante casos prácticos o la simulación de situaciones reales de trabajo -método del caso-
El aprendizaje como eje principal (estrategias de aprendizaje): La movilidad que caracterizará el siglo XXI, vendrá diferenciada por una clara necesidad del aprendizaje continuo o mejor dicho perpetuo. La incertidumbre formará parte de nuestras vidas y lo que podamos aprender hoy en cualquier materia mañana puede estar obsoleto, esto nos tiene que hacer reflexionar en que aprender a aprender puede superar el propio aprendizaje de una técnica. Los másters y posgrados de este siglo tendrán que tener esto en cuenta. La metodología o sistema educativo que utilice la Escuela o Universidad donde decidamos cursar nuestro master tendrá que ser determinante.
Flexibilidad de estudio. Tanto en lo que refiere a la adaptabilidad del contenido según las competencias técnicas y gerenciales de cada alumno (un plan de estudio personalizado) como en el concepto en cualquier lugar y desde cualquier sitio. En este sentido la formación on-line y mixta, tendrán mucho que decir en los próximos años, su complementariedad con la formación presencial será uno de los principales alicientes en el futuro

Requisitos exigidos al alumno y proceso de selección. En la mayoría de másters se exige una titulación universitaria o similar, aunque normalmente pesa más el currículum profesional. En cuanto al nivel técnico, lo habitual es que se requiera soltura en la navegación y el uso del correo electrónico. Con todo, suelen incluirse sesiones de nivelación tecnológica y de nociones de economía. En algunos de los programas se solicita alguna titulación de inglés (TOEFL o similar), puesto que las clases o la bibliografía aportada están en ese idioma. Por su puesto, en todos ellos se exige ordenador con acceso a Internet.
No es lo habitual, pero conviene preguntar si se realizan pruebas de acceso o se requiere algún tipo de recomendación profesional.
Calidad de la enseñanza y prestigio del centro. Aunque lo parezca, no son necesariamente sinónimos. En un mundo competitivo como el actual y donde la oferta supera a la demanda en cuanto a formación de posgrado la titulación tiene que convertirse en un signo de diferenciación entre las diferentes escuelas de negocios a la hora de ofrecer un master. Posiblemente las titulaciones conjuntas entre escuelas de negocios españolas con otras entidades tanto de EE.UU. como de Europa acaparen gran parte del éxito de estos productos. El prestigio de la institución que certifique ese titulo dará mas o menos valor añadido al programa. Para comprobar este punto resulta útil estudiar el cuadro docente de la institución.
Profesorado. El profesorado debe de ser un profesional en su materia reconocido y con experiencia docente. Los viejos arquetipos de una vida completa y únicamente dedicados a la docencia han pasado a la historia. La practicidad de la realidad tiene que convertirse en la guía formativa del futuro. Debe ser profesorado cualificado, con experiencia en formación, participación en foros de la industria y buena reputación fuera del ámbito universitario.
El centro debe contar con varios tipos de profesores: full time, con una mayor dedicación a los alumnos; part time, que compatibilicen su actividad docente con la profesional y puedan aportar su experiencia diaria; y finalmente profesores visitantes o ponentes de prestigio nacional o internacional.
Instalaciones y equipamiento: Otro elemento a evaluar son las instalaciones y recursos técnicos de la escuela (número y disponibilidad de ordenadores por alumno, biblioteca con acceso a publicaciones y bases de datos internacionales, salas de trabajo?).
Alumnos y ex alumnos. Es recomendable preguntar a quienes han cursado los estudios si les ha resultado útil y conocer el número de graduados por la institución que han encontrado o mejorado su puesto de trabajo gracias a esta formación. También es importante fijarse si cuentan con un club de exalumnos o actividades post fín de máster, esto significa que fomentan y promueven a sus alumnos y la interacción entre ellos.
Atención a los alumnos. El trato debe ser lo más personalizado posible. Aunque no existe una norma, dado el componente práctico de las clases, cuantos menos alumnos por clase sean, mejor. Los más reconocidos tienen una media de 25 personas por curso. También es conveniente que el centro ponga a disposición del alumno un profesor-tutor que le asesore profesionalmente.

Otros aspectos a valorar son las actividades adicionales de networking impulsadas por el centro, el soporte a la comunidad de ex alumnos y los servicios de incubación de proyectos y presentación en sociedad de los mismos.
Networking: Cual es el perfil de los alumnos con los que compartiré el curso, cuentan con estadísticas. Dispone de una bolsa de trabajo activa la escuela. Nos garantizan un puesto de trabajo.
Relaciones con la empresa. Debería existir una relación más que próxima con las empresas. Entre otras fórmulas, es interesante que exista bolsa de trabajo, prácticas académicas en compañías del sector, becas de investigación u otras formas de partenariado. Además también debemos tener en cuenta si cuentan con centros de investigación o trampolines de empresa para ayudar a sus alumnos a desarrollar sus proyectos empresariales.
Relaciones internacionales. Probablemente más que en ningún otro tipo de posgrado, las relaciones y el reconocimiento internacional del curso son clave. Hay que valorar la posibilidad de efectuar intercambios o participar en seminarios y grupos de trabajo multinacionales.
La mayoría de centros están llegando a acuerdos para homologar sus títulos con universidades norteamericanas y europeas, pero hay que andarse con tiento para evitar encontrarse con un título carente de valor académico.
Incubadora de empresas: si tienen incubadora de empresas probablemente puedan apoyar un proyecto que quiera desarrollar a través del master. El índice de creación de empresas entre los alumnos puede ser un dato que me puede interesar mucho.

Regla Nº 5.Precio

El último punto, aunque no por ello menos importante, que debemos analizar es el precio. En el caso de que el precio sea demasiado alto para nuestras posibilidades, tendremos que optar por alguna opción más barata siempre y cuando este dentro del listado de cursos elegidos. También podemos optar por solicitar una beca, algunas instituciones las conceden o solicitar un crédito, muchos bancos los conceden, incluso con periodos de carencia en el pago como por ejemplo el BSCH y su supercrédito postgrado.

Si finalmente no podemos realizar ninguno de los cursos elegidos por motivos económicos mi recomendación es esperar a un mejor momento antes que realizar un programa que no cumpla satisfactoriamente nuestras expectativas o registrar una alerta utilizando el servicio que te ofrece iberestudios esperando que alguién ofrezca un programa que se adecue a lo que busco.

[busqueda cursos=»Masters, Postgrados, Masters MBA, Masters para Emprendedores»]

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