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  • e-Learning: las grandes ventajas de la nueva Educación a Distancia

    Todo e-learning es Educación a Distancia (EaD), aunque, obviamente, no toda Educación a Distancia es e-learning. En cualquier caso, el bosque semántico existente en torno a esta realidad es excesivamente fecundo y quizás, por esa misma razón, extremadamente confuso también.

    Así sucede que, junto al nombre de la institución (universidad, centro, instituto, colegio, corporación, unidad, departamento, facultad, escuela, empresa…); del programa o curso (área del saber o competencia profesional) o de la actividad docente o discente (educación, formación, enseñanza, instrucción, capacitación, estudio, aprendizaje…), se vienen agregando, bien como prefijo (tele, y ahora la e de electrónico) o como complemento o adjetivo (distancia, abierto, virtual, en línea, basado en Internet o en la web, mediado por el ordenador, la telemática o la tecnología, electrónico, distribuido, colaborativo, entorno o ambiente virtual…), una serie de condicionantes, determinantes o delimitadores de lo que queremos decir cuando de educar, enseñar, aprender, etcétera, se trata.

    Pues bien, desde una perspectiva no restringida, a todas estas formulaciones las podríamos integrar dentro de la denominación matriz de Educación a Distancia (EaD).

    Una de esas denominaciones ahora hace furor en este negocio en el que se ha convertido la Educación a Distancia. Nos referimos al e-learning, así escrito, en inglés.Esta formulación, e-learning, desde nuestra opinión, se está imponiendo de manera exagerada y los estudiosos de estos temas, hispanohablantes, poco hacemos por evitarlo.

    Con e-learning, en traducción literal estaríamos hablando de aprendizaje electrónico. Suponemos que deberíamos entender, aprendizaje generado o mediado por las diferentes tecnologías basadas, de una u otra forma, en soportes electrónicos. Es decir, desde esta perspectiva, hablaríamos de e-learning cuando la radio, la televisión, el audio o el vídeo, los soportes digitales, Internet, o cualquier otro sistema que utilice componentes electrónicos, son usados como mediadores del aprendizaje, ¿o no?

    Pues no, no es ése el significado que dan a este término las instituciones y empresas que lo vienen utilizando. La mayoría de caracterizaciones o conceptualizaciones de este término llevan, en casi todos los casos, a considerar a esta forma de enseñar y aprender como una manera de educación, formación, enseñanza, instrucción…, o aprendizaje a través de Internet. Y ello, suponemos, porque la Red puede integrar a los restantes formatos electrónicos, de almacenamiento de contenidos o de comunicación, diseñados para el aprendizaje.

    MODALIDADES APRENDIZAJES. Por eso, si lo que parece que queremos significar con e-learning es el hecho de aprender con la mediación de Internet, digámoslo claro: aprendizaje (enseñanza, educación, formación…) mediado/a por (a través de, mediante, basado en…) Internet (web).

    Por otra parte, cuando hablamos de educación nos estamos refiriendo a un proceso de optimización en el que, a través de la enseñanza (en sus múltiples formatos) el educando logra aprendizajes valiosos. Es decir, contemplamos la enseñanza y el aprendizaje, aunque eliminaríamos del concepto de educación aquellos aprendizajes considerados dañinos o no valiosos.

    Pues bien, a aquellas siglas EaD (Educación a Distancia) que con frecuencia venimos utilizando y en las que, según nuestra opinión caben todas las modalidades antes aludidas, las podríamos convertir en EaD para significar la forma más actual de hacer educación a distancia, la Enseñanza y Aprendizaje Digitales. Recogemos así tres términos fundamentales.

    En lugar de e-learning, o aprendizaje electrónico, a solas, deseamos extender el hecho de aprender, a la necesidad y posibilidad de enseñar. Es cierto que lo que debe importarnos más es el efecto de la enseñanza, es decir, donde debemos centralizar nuestro interés es en el aprendizaje, pero no estará de más el que no nos olvidemos de la enseñanza, del docente.

    Es verdad que éste durante siglos se convirtió en el protagonista, olvidándose de que se podía enseñar sin estar generando aprendizaje. Aprender, ésa es la clave, pero probablemente se logrará con buenos diseños, con excelentes docentes, con métodos apropiados, con incentivos puntuales, etcétera.

    DOCENCIA DE CALIDAD. Es decir, si garantizamos una enseñanza, una docencia de calidad, el beneficiado final de este proceso será el que aprende. De ahí nuestro ferviente deseo de no olvidar el término enseñanza. Además, hemos de reconocer que cuando se habla de herramientas para el e-learning en realidad lo que se están proponiendo más certeramente son instrumentos para la enseñanza.

    En cuanto al término digital, señalaremos que tanto los formatos impresos, como de audio y vídeo, como los sistemas de comunicación, habituales en la educación a distancia de generaciones anteriores, pueden hoy digitalizarse, es decir, llegar a convertirse en dígitos -números-, muchos ceros y unos combinados convenientemente.

    En efecto, ésa es la forma más actual de EaD, aquella que traslada los contenidos educativos a soportes digitales y gestiona la información y la comunicación a través, igualmente, de dichos medios. El de digital lo entendemos como un concepto más delimitador que el de electrónico, dado que de componentes electrónicos disponen otras tecnologías no digitales.

    Pues bien, esa es nuestra propuesta, denominar a esta forma de enseñar y aprender como Enseñanza y Aprendizaje Digitales (EAD), significándola, sencillamente, como un formato de educación a distancia basado en soportes y redes digitales.

    Clarificado esto, nos preguntamos qué debería contemplar, desde nuestro punto de vista, un buen sistema de e-learning o, mejor dicho, de Enseñanza y Aprendizaje Digitales (EAD).
    Entendemos que debería reunir cuatro condiciones básicas: contenidos de calidad, tutoría integral, comunicación multidireccional y plataforma o entorno virtual fiables.

    Desde hace más de dos décadas, venimos exigiendo a los sistemas más convencionales de Educación a a Distancia el cumplimiento de las tres primeras características citadas anteriormente.

    Sin embargo, lo que sucede es que en los entornos digitales, esas tres características pueden verse potenciadas.

    Los contenidos pueden enriquecerse gracias a la diversidad de formatos en que pueden ser presentados en diferentes soportes (texto, imagen, audio, vídeo?), integrados en los denominados hipermedia de alto contenido interactivo.

    Por su parte, la tutoría en estos entornos digitales supone un servicio casi permanente para el estudiante, que tiene abierta de par en par la puerta del despacho del tutor 24 horas, los siete días de cada semana.

    Una buena tutoría en estos sistemas, jamás debería retrasar una respuesta a un estudiante más allá de 24 horas (48 si existen fines de semana o festivos de por medio).

    NUEVAS FORMAS DE ENSEÑAR. La comunicación multidireccional hace referencia a una de las virtualidades fundamentales de estos sistemas de enseñanza y aprendizaje en entornos digitales. La constitución de comunidades de aprendizaje soportadas en estos entornos -mal denominadas comunidades virtuales-, se viene mostrando como una de las apuestas más ventajosas de estas nuevas formas de enseñar y aprender.

    Por último, aunque no nos olvidemos que con recursos limitados pueden experimentarse procesos de enseñanza y aprendizaje basados en la web, lo ideal sería poder contar con una plataforma o entorno virtual que, como mínimo, posibilitara anclar allí los contenidos en sus diferentes formatos, ofrecer todas las posibilidades existentes de comunicación síncrona y asíncrona, facilitar los trabajos en equipo, así como los procesos de evaluación y de gestión de alumnos.

    Lorenzo García Aretio es titular de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia(UNED).

  • Factores a tener en cuenta a la hora de elegir un master

    Posiblemente no exista una definición clara ni un número determinante de factores de éxito que tengamos que tener en cuenta a la hora de decidirnos por un un master o postgrado, pero si deberiamos asegurarnos de que cumplen unos requisitos mínimos que se adapten a nuestras necesidades.

    Flexibilidad: Tanto en lo que refiere a la adaptabilidad del contenido según las competencias técnicas y gerenciales de cada alumno (un plan de estudio personalizado) como en el concepto en cualquier lugar y desde cualquier sitio. La formación on-line tendrá mucho que decir en los próximos años, su complementariedad con la formación presencial será uno de los principales alicientes en el futuro
    Formación en nueva economía: Independientemente de la materia perteneciente al master, el entendimiento de la nueva economía y toda la revolución que comporta desde un prisma global (B2C, B2B, B2E, etc..) tiene que estar presente en sus contenidos.
    El aprendizaje como eje principal (estrategias de aprendizaje): La movilidad que caracterizará el siglo XXI, vendrá diferenciada por una clara necesidad del aprendizaje continuo -o mejor dicho perpetuo-. La incertidumbre formará parte de nuestras vidas y lo que podamos aprender hoy en cualquier materia mañana puede estar obsoleto, esto nos tiene que hacer reflexionar en que «aprender a aprender» puede superar el propio aprendizaje de una técnica. Los masters y postgrados del próximo siglo tendrán que tener esto en cuenta. La metodología o sistema educativo que utilice la Escuela o Universidad donde decidamos cursar nuestro master tendrá que ser determinante.
    Titulación: En un mundo competitivo como el actual y donde la oferta supera a la demanda en cuanto a formación de postgrado la titulación tiene que convertirse en un signo de diferenciación entre las diferentes escuelas de negocios a la hora de ofrecer un master. Posiblemente las titulaciones conjuntas entre escuelas de negocios españolas con otras entidades tanto de EE.UU. como de Europa acaparen gran parte del éxito de estos productos. El prestigio de la institución que certifique ese titulo dará mas o menos valor añadido al programa.
    Profesorado: El profesorado cada vez mas tiene que ser un completo profesional de su materia. Los viejos arquetipos de una vida completamente y únicamente dedicados a la docencia han pasado a la historia. La practicidad de la realidad tiene que convertirse en la guía formativa del futuro.
    Contenidos: Que es lo que necesito para progresar en mi carrera profesional y compararlo con lo que me ofrecen y a que precio.
    Seguimiento (feedback): El ciclo formativo de un master no tiene que tener su fin una vez finalizado propiamente el master. Las implicaciones del aprendizaje en el puesto de trabajo y posteriores feedback del alumno puede ser el aprendizaje continuo necesario para las organizaciones actuales.
    Networking: Cual es el perfil de los alumnos con los que compartiré el curso. Dispone de una bolsa de trabajo activa la escuela. Nos garantizan un puesto de trabajo.

    Áreas de formación predominantes:

    Tal y como ha ido sucediendo hasta la actualidad, los negocios cambian muy rápidamente y las escuelas de negocios tienen que adaptarse a dicho cambio constante. El final del siglo XX nos ha dejado con dos claros indicadores y puntos de reflexión: todo lo que está envolviendo a la llamada por algunos «‘nueva economía» y los recursos humanos, tanto desde el punto de vista de gestión del talento humano hasta la denominada era del conocimiento. Esta última solo ha hecho que empezar y tiene que acabar convirtiéndose en el motor de las organizaciones.

    La explosión de las compañías punto.com a mediados de los noventa contrarresta con el declive vivido por muchas de ellas a finales del 2000 y con el que vendrá en los dos próximos años. Hasta la fecha se comentaba que la velocidad con la que el mundo de Internet se movía dificultaba a las compañías tradicionales competir eficazmente con las empresas punto-com. En las compañías punto.com, caracterizadas por una cultura altamente enérgica, se fomentaba y se fomentan, las decisiones basadas en la información incompleta. Se dirigían con un claro sentido de urgencia. Con la caída de las primeras empresas punto.com importantes se han puesto en cuestión todos los modelos de gestión de este tipo de compañías. Todo el análisis extraído de estos «‘acontecimientos» tiene que servir como base de formación en todos los aspectos que engloban a las organizaciones: dirección, marketing, estrategia, gestión y como se menciona: RR.HH.

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  • Que es el Project Management

    Las definiciones dadas por nuestros alumnos son diferentes, pero aceptables en muchos casos, aunque no se aproximen a las recomendadas por las Asociaciones Profesionales Internacionales (como el Project Management Institute, PMI).

    El nivel de introducción de la Gestión de Proyectos en nuestras Empresas y Organizaciones, salvo algunos casos puntuales, es muy bajo. No existe una adecuada cultura de gestión de proyectos. Lo primero destacable es que no se traduce bien la denominación anglosajona Project Manager, utilizando denominaciones poco definidas, que implican un bajo perfil de responsabilidad: jefe, coordinador, técnico, responsable, ingeniero, etc., de proyecto.

    Normalmente las habilidades o conocimientos requeridos para tales profesionales se centran en la cualificación técnica, dejando a un lado los conocimientos, técnicas y habilidades de gestión, y cuando éstas aparecen se reducen a una mera actividad de seguimiento de las tareas planificadas en un cronograma del Proyecto.

    Se pretende controlar con detalle, cuando no se ha planificado previamente a ese nivel de detalle, olvidando que planificación y Control van a dúo. Se olvida la Planificación porque es difícil, porque requiere esfuerzo y conocimiento de técnicas, porque lleva tiempo y cuesta dinero…

    Pero una de las claves importantes para que un Proyecto tenga éxito, es una Definición rigurosa completada con un buen Plan del Proyecto. Muchos de los profesionales en activo que están trabajando en la Gestión de Proyectos son Project Managers accidentales, que lo hacen con muy buena voluntad pero con escasez de formación.

    Estos profesionales se han hecho a sí mismos, proceden del mundo técnico y no han recibido formación de gestión y mucho menos de Gestión de Proyectos. Generalmente desconocen las técnicas de Planificación y Control, no están informados de los Objetivos del Negocio de su Empresa u Organización para el Proyecto, no reciben el apoyo de la Alta Dirección, que no entiende adecuadamente el valor de su trabajo, y tienen dificultades para recopilar toda la información necesaria para lograr el Producto del Proyecto, de forma que se logren cumplir los Objetivos del Proyecto: Plazo, Coste y Calidad. Del intercambio de experiencias que realizamos con nuestros alumnos se deduce que las causas principales del fracaso de los Proyectos, independientemente del ámbito de aplicación suelen ser:

    – Factores de Organización: disociación entre responsabilidad y autoridad. Cambios Organizativos.

    – Requerimientos y Necesidades de los Usuarios no identificados adecuadamente. Defectos en la definición del Alcance y en las especificaciones.

    – Planificación y Control inadecuados.

    – Escasa Cultura sobre Gestión de Proyectos en la Empresa.

    – Falta de dedicación del Equipo del Proyecto.

    – Pobre esfuerzo de estimación.

    – Retrasos en la Toma de Decisiones.

    – Uso de Métodos inadecuados.

    – Retrasos en los Suministros.

    – No se identifican ni gestionan los Riesgos el Proyecto…

    En nuestro país, durante estos últimos años, algunas organizaciones empresariales, algunas escuelas de negocio y ciertas universidades, aparte de alguna asociación profesional local han estado trabajando para incorporar la Gestión de Proyectos como una disciplina más. Uno de esos esfuerzos destacables ha sido la introducción en España del Project Management Institute, consiguiendo que en Agosto del 2003 se oficializase el PMI Capítulo de España. Estos hechos junto con el Primer Congreso Nacional de Gestión de Proyectos del PMI del pasado día 24 de Febrero está haciendo que aparezcan nuevas iniciativas, incluida la creación de nuevos capítulos locales del PMI, como es el caso del capítulo de Barcelona de reciente creación.

    Cabe destacar que La Salle, perteneciente a la Universidad Ramón Llull, ha venido difundiendo y trabajando en la Gestión de Proyectos los once últimos años convirtiéndose en una clara referencia de prestigio. Dentro del Departamento de Empresa

    Algunos links de interés

    Project Management Institute www.pmi-es.org
    Project Management Institute Madrid www.pmi-bcn.org
    Project Management Institute Barcelona www.swebok.org
    Software Engineering Body of Knowledge www.apm.org.uk
    Association for Project Management www.ipma.ch International
    Project Management Association www.ogc.gov.uk/prince
    Prince2 www.method123.com
    123 Method www.cutter.com
    Cutter Consortium www.gantthead.com

    Project Management y Tecnología (DET) de La Salle tenemos un grupo de investigación sobre la Gestión de Proyectos. La Salle tiene experiencia en la Enseñanza Reglada Universitaria desde hace 100 años, y lleva 25 trabajando en el diseño, desarrollo, comercialización, e impartición de Programas de Formación de Postgrado; desde 1993 imparte el Master en Gestión de las Tecnologías de la Información, haciendo de la Gestión de Proyectos Tecnológicos su asignatura central, y desde 1997 imparte el Master de Project Management (MPM); ambos masters de diseño y contenido propio. En los dos Masters intervienen profesores universitarios y profesionales, que proceden y están trabajando en sus E m p r e s a s y Organizaciones en los temas de las asignaturas que imparten. Esta sinergia entre el mundo universitario y el empresarial, que conjuga la investigación con la práctica diaria, define una apuesta clara y decidida por la ?profesionalización? de la Gestión de Proyectos, en su doble aspecto los beneficios para las Empresas y Organizaciones, y los beneficios para las Personas en su Desarrollo Profesional. En conclusión, el pilar para la ?profesionalización? de la Gestión de Proyectos está en la Formación de:

    Técnicas de Definición, Planificación y Control de Proyectos, Métodos y Herramientas de Gestión de Proyectos, que ayuden al Project Manager a prevenir y solucionar problemas.

    Conceptos fundamentales de Política de Empresa, Gestión Económico-Financiera, Gestión de Compras, Calidad, Habilidades Directivas, Gestión de Recursos Humanos y Técnicas de Gestión, para formar gestores éticos y responsables, capaces de evolucionar con facilidad en organizaciones complejas y de gestionar el cambio que comporta todo Proyecto.

    Talleres prácticos que permitan una transmisión e intercambio de experiencias y conocimientos de las mejores prácticas (aceptadas mayoritariamente) para gestionar los Proyectos.

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  • Formación para el siglo XXI ¿Presencial a distancia u On-line?

    Este podría ser el inicio de cualquier artículo que valorara la incidencia de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad. Evidentemente esta realidad tiene una doble lectura, y es que si bien no nos queda otro remedio que formarnos continuamente si queremos evitar quedar relegados a un segundo término «por no decir anticuados».

    Pero seguramente es el sector de la formación uno de los principales beneficiados de los avances tecnológicos que se experimentan , y aquí merece especial mención la aplicación de Internet.

    En la mente de todos están aquellos programas de formación de tipo «enciclopédico» en los cuales los interesados reciben unos volúmenes para estudiar y disponen de un simple número de teléfono a través del cual consultan a un profesor unas horas determinadas. Pero ¿cuántas veces nos hemos preguntados por el porcentaje de personas que compran un curso de este tipo y finalmente lo acaban? Y es que junto con la necesidad de una gran fuerza de voluntad y autodisciplina hemos de añadir la mayor carencia de todas: ¡Compañeros!

    En este sentido, Internet nos ofrece la posibilidad de corregir las deficiencias de la formación a distancia tradicional, poniendo a nuestra disposición diversos medios de comunicación que posibilitan incluso crear grupos de trabajo. Esto sin apuntar las ya «gastadas» ventajas del tipo: flexibilidad de horarios, estudio desde el propio lugar de trabajo o desde nuestro domicilio, etc. que parecen de por sí obvias al hablar de formación a distancia (on line)… o «sin distancias», si atendemos a artículos como el de Jorge Rey Valzacchi publicado en la revista Horizonte Educativo (versión digital):

    «la educación a distancia se produce cuando, en una clase magistral en un auditorio con 200 alumnos, un alumno sentado al final del salón ve al profesor así de chiquito (mientras con los dedos reflejaba la situación); o cuando un profesor corrige un examen de alguien a quien no identifica; o cuando un alumno promociona una materia con sólo presentarse al examen final; o …»

    Y es precisamente en el desarrollo de las actividades en grupo es donde se debe dedicar mayor esfuerzo en la actualidad. Desde hace poco más de un año hemos sido espectadores de la aparición de multitud de «Campus Virtuales», de ofertas formativas on line, pero ¿qué es un programa de formación on line? Aunque a mí particularmente me gusta responder a la pregunta: ¿qué no ha de ser un programa de formación on line?

    Desde luego hemos de huir de programas que reproducen material ya utilizado en formación presencial o de aquellos otros que reproducen libros en la web (con mayor o menor gracia gráfica y/o interactividad). Tampoco sirve de mucho desarrollar un «Campus Virtual» que únicamente sirve para alardear de disponer de tecnología punta si no la sabemos aprovechar.

    Normalmente, y pensando ahora en cualquier ámbito, la tecnología va un poco más rápido que su aplicación, lo cual es lógico por otro lado, pero deberíamos ser un poco más creativos, no podemos abordar nuevos retos siguiendo paradigmas caducos o reproduciendo modelos de formación en un nuevo medio. Y aquí no digo que tengamos que desechar el modelo de formación a distancia tradicional (aún hay público necesitado de este tipo de ofertas), pero sí queda claro que debemos hacer frente a los nuevos requerimientos de nuestros alumnos y aportar valor añadido a nuestros programas.

    Es por ello que debemos preocuparnos de idear nuevos tipos de actividades que faciliten el intercambio de información, la colaboración y el desarrollo de equipos de trabajo. A todos nos gusta sentirnos miembros de un proyecto común, conocer a gente con expectativas y problemáticas semejantes a las nuestras y aprender unos de otros. Por ejemplo podemos comentar la aplicación de alguna de las herramientas que Internet pone a nuestro alcance:

    Chat: no sirve únicamente para que nuestros alumnos puedan comunicarse de modo informal, sino que además a través de esta utilidad se proponen debates en los cuales los alumnos reciben previamente una notificación del tutor en la cual se les avisa del tema a tratar y de los distintos horarios a escoger. En función de esto los alumnos tienen unos días para preparar la actividad, se apuntan en el horario que mejor les va y, el día del chat, tienen la oportunidad de discutir con otros compañeros, en grupos reducidos, bajo la supervisión y orientación de un experto sobre un tema relacionado con el contenido del curso que estudian.
    Correo electrónico: esta es la aplicación más conocida en la formación on line, ya que permite que los alumnos puedan dirigir preguntas a sus profesores o contactar con otros compañeros de curso. La mayor ventaja que aporta es que podemos enviar el mensaje en cualquier momento, aunque un buen modelo de formación limita el tiempo de demora en la respuesta a una consulta.
    Foro de debate: la aplicación académica de esta herramienta (la lúdica ya está bastante extendida) se destina por ejemplo a actividades en las que se desarrollan técnicas de negociación. El primer mensaje en este caso lo envía el tutor, el cual establece unas bases o instrucciones para la negociación, cada alumno/a ha de asumir un rol y tomar una posición determinada; a partir de aquí se van sucediendo los mensajes entre unos y otros hasta que llegan a un acuerdo o se rompe la negociación.

    Actividades como las que apunto son sólo un ejemplo de lo que se puede hacer con estas herramientas que por sí solas no aportan ningún valor añadido. Si nos fijamos en otras empresas o instituciones que también disponen de un espacio virtual destinado a la formación veremos un poco más de lo mismo, es decir, un medio en el que se incluye la publicación de documentos (en web o formato PDF) y una serie de aplicaciones a las cuales se accede a través de un «navegador».

    Pero si no se explota el medio, en principio no deja de ser un espacio muerto. De nuestra iniciativa dependerá que los alumnos se encuentren realmente motivados para participar en las actividades propuestas y sobretodo que la persona que comienza un curso realmente lo acabe; no podemos perder en el camino a un 90% de los participantes (como pasa en muchas experiencias).

    A todo esto hemos de añadir el prestigio que aporta la institución que acredite las titulaciones. Y es que al seleccionar un master o postgrado deberíamos fijarnos en cuatro aspectos básicos: programa y metodología, duración, profesorado y titulación.

    Lo dicho hasta ahora pretende fomentar la reflexión y apuntar que si bien actualmente han aparecido gran cantidad de ofertas que publican su catálogo de «cursos virtuales», en poco tiempo se producirá una selección natural y, si la lógica se cumple, únicamente permanecerán aquellas que logren disponer de unos materiales didácticos de calidad, unos tutores con experiencia profesional y docente, una web interactiva que invite a la conexión y, por supuesto, una serie de actividades que fomenten el trabajo en grupo y, por lo tanto, incrementen el sentido de colectividad.

    ¿Significa esto que tenderán a desaparecer otras modalidades de formación como las que usan el vídeo, la «enciclopedia» o incluso la formación presencial? Decididamente no, simplemente seleccionaremos una u otra en función de las necesidades y siempre pensando en el destinatario final: de nada sirve preparar un curso fantástico en formato CD cuando los alumnos potenciales no disponen de ordenador. Pero sí está claro que Internet está creciendo de manera vertiginosa, cada vez son más los hogares que disponen de ordenador conectador a la red, nuestros hijos ya no pertenecen a la generación X, sino a la generación web, nos estamos acostumbrando a los medios interactivos y, en consecuencia, cualquier canal pasivo tenderá a la autoexclusión. Cualquier modelo de formación, en consecuencia, deberá presentar unos mínimos requisitos, ya son muchas las escuelas de negocios basadas en la formación presencial que ofrecen a sus alumnos y exalumnos la posibilidad de disponer de correo electrónico o de acceso a un espacio virtual para mantenerse en contacto con otras personas de intereses semejante. Y es que no debemos excluir un modelo y descartar los demás, sino escoger lo mejor de cada uno y complementar uno con otro en caso necesario, sin olvidar que el gran beneficiado ha de ser nuestro cliente el gran protagonista.

    [busqueda cursos=»online, distancia, presencial»]