Si somos realistas, ser freelance no suele ser el típico objetivo profesional. Si fuéramos a una clase al azar y preguntaramos a los alumnos ninguno nos respondería directamente que quiere ser freelance o autónomo. Ser o no ser freelance es una oportunidad que nos surge en el desarrollo de nuestra vida profesional bien porque preferimos seguir desarrollandonos por nuestra cuenta o porque es la única forma de alcanzar nuestros objetivos.
Si somos realistas, ser freelance no suele ser el típico objetivo profesional. Si fuéramos a una clase al azar y preguntaramos a los alumnos ninguno nos respondería directamente que quiere ser freelance o autónomo. Ser o no ser freelance es una oportunidad que nos surge en el desarrollo de nuestra vida profesional bien porque preferimos seguir desarrollandonos por nuestra cuenta o porque es la única forma de alcanzar nuestros objetivos.
Para muchos freelance o autónomos trabajar de esta forma supone una manera de afrontar nuevos retos. Cuando eres freelance cuentas con muchas ventajas sí, como la flexibilidad, proyectos o actividades. Pero la realidad es, que a veces tienes que dedicar más horas de trabajo y sin cobrar una tarifa clara. Por eso, tienes que elegir algo que te motive y apasione para alcanzar el éxito.
Es este artículo definiremos en qué consiste ser freelance y cómo es el making off antes de comenzar.
¿Qué es ser freelance?
La palabra anglosajona freelance, que puede traducirse al castellano como independiente, autónomo o por cuenta propia y se refiere a la forma de trabajar para una empresa pero por cuenta ajena.
Por lo tanto, ser freelance se define como trabajador autónomo que trabaja para sí mismo y cuya actividad principal es prestar servicios a terceros a cambio de una compensación económica.
¿Qué debes tener en cuenta cuando quieres ser freelance?
Cuando quieres emprender por tu mismo es muy importante conocer el mercado, conocer y valorar tus propias habilidades, que herramientas necesitarás, etc. Es decir, tener controlada tu área laboral desde el principio y saber qué puedes ser capaz de aportar desde el principio.
Marcar unas metas bien definidas
Ya sabemos donde nos queremos meter, ahora es importante definir hasta dónde queremos llegar. Comenzar a ser freelance al principio puede ser como empezar a hacer ejercicio, no podemos empezar muy fuerte porque nos podemos desanimar y dejar en cuanto no veamos resultados. Por esto, primero debes establecer primero hasta donde queremos llegar, con objetivos y análisis de datos. Por ejemplo:
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Sobrevivir financieramente durante X meses. c
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Conseguir X clientes por mes.
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Poner un funcionamiento la web en X semanas.
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Crecer en la comunidad
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etc.
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Emprendedor tecnológico en serie y business angel. Socio fundador de Green Living. En el pasado fundé la Escuela Virtual de Empresa (UB y Grupo Planeta) e IEBS Digital School. Experto en Transformación Digital, Growth Marketing, RPA y Automatización.