Las bibliotecas virtuales presentan su candidatura

Todavía no está claro si complementos o rivales de las bibliotecas físicas, pero lo cierto es que cada día es más común encontrar bibliotecas virtuales en Internet.

Este tipo de iniciativa surgió, en principio, como bibliotecas digitales, que no eran sino la réplica de otras bibliotecas físicas que digitalizaban parte de sus contenidos. Con el paso del tiempo y por evolución surgieron las bibliotecas virtuales propiamente dichas, que presentaban ventajas en ámbitos tan importantes como la búsqueda y catalogación de la información. Gracias a dichas ventajas, el modelo de biblioteca virtual ha ido creciendo en número e importancia, hasta posicionarse como elementos muy a tener en cuenta en el mercado bibliográfico.

De las muchas bibliotecas virtuales que se pueden consultar en la Red, son varias las que destacan por el volumen de títulos disponibles en sus respectivos catálogos.

Una de las más importantes en el mundo de habla hispana es la Biblioteca Virtual del Instituto Cervantes, referente en cuestión de documentos relativos a la literatura e historia. El Proyecto Gutenberg, por su parte, constituye una de las bibliotecas virtuales con mayor antigüedad -su génesis data de 1971- y es un referente en la materia gracias a la riqueza y variedad de su catálogo, en el que se pueden consultar obras en distintos idiomas. Otra de las alternativas más valoradas por los internautas es la biblioteca digital de la Unesco, que ofrece gran cantidad de documentos culturales e históricos de todas las partes del mundo.

Uno de los temas que mayor controversia han despertado en el ámbito bibliográfico ha sido la iniciativa del gigante estadounidense de digitalizar las bibliotecas de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo, como son Oxford, Standford o Nueva York. Su propuesta de crear una biblioteca virtual mundial no ha dejado a nadie indiferente.

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