La depresión post-vacacional se agrava en época de crisis

Si ya el año pasado observábamos como el 45,1% de los españoles que cogieron vacaciones no tuvo más de una semana, las previsiones para este año son mucho menos esperanzadoras. De hecho, el 68% de los españoles reduciría sus vacaciones sólo por miedo a perder el trabajo.

A estos datos le debemos añadir que, según un estudio de Regus proveedor mundial líder de espacios de trabajo flexible, desde el pasado 2010 el 64% de los trabajadores españoles ha visto prolongada su jornada laboral y un 73% afirma haber tenido que asumir nuevas responsabilidades adicionales a su cargo.

El hecho de tener unas vacaciones cada vez más cortas, la imposibilidad de viajar a otros lugares para desconectar, la necesidad de trabajar durante estos días debido a las reducciones de plantilla y el contexto económico en que vivimos, son algunas de las causas que generan lo que conocemos por depresión post-vacacional. Y es que la vuelta de vacaciones nos afecta a todos. Con la finalidad de que el proceso sea lo menos traumático posible, Regus ofrece algunas claves para facilitar la reincorporación a la empresa y contrarrestar los efectos del síndrome postvacacional.

1. Incorporarse gradualmente a la rutina laboral. Trabajar en horarios reducidos o hacerlos desde casa durante unos días, permite al empleado introducirse de forma progresiva a ritmo de trabajo normal. De esta manera, se ve menos afectada su motivación (que suele disminuir tras las vacaciones) y su productividad.

2. Tratar de evitar los desplazamientos innecesario. Con el regreso a la rutina viene los colapsos en el tráfico y la pérdida de tiempo en los desplazamientos, lo que conlleva un gran aumento del estrés y la irritabilidad. Por eso, es importante tratar de evitar las reuniones presenciales y apostar por las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías.

3. Mejorar la conciliación de la vida laboral y personal. La posibilidad de trabajar durante estos días desde casa al menos un día a la semana o desde una oficina cerca de casa, permite disfrutar de más tiempo con la familia y los amigos que aún tengan vacaciones.

4. Recortar gastos superfluos. Regresar a la rutina diaria no solo supone un esfuerzo mental y físico para el trabajador y el empresario, sino también económico. La flexibilidad laboral permite ahorrar gastos de gasolina, costes innecesarios de oficina, entre otros muchos recursos que se pueden notar en las cuentas a largo plazo.

5. Organizarse y coordinarse. Una vez reincorporados al trabajo es imprescindible dedicar tiempo a organizarse y reunirse con los compañeros par ponerse al día y establecer prioridades. Para evitar pérdidas de tiempo innecesarias, además de presencialmente, estas reuniones pueden realizarse vía telefónica o a través de videoconferencia.

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