Está en boca de todos y nadie se pone de acuerdo. Para unos es la reforma que la universidad española necesitaba para ponerse al nivel del resto de Europa. Para otros, una chapuza o incluso un atentado a la libertad de cátedra. Casi nadie se atreve a negar que la adaptación a los acuerdos del Plan de Bolonia está siendo más lenta de lo deseable, pero mientras algunas voces culpan del retraso a la lenta burocracia académica, muchos rectores se quejan de escaso presupuesto y falta de apoyo por parte de la Administración.
De una cosa no cabe duda: a pesar de la polémica y de las recientes revueltas estudiantiles, el proceso es imparable. Bolonia ha venido para quedarse. Por este motivo voya iniciar una serie de post divulgativos que traten de explicar en que consiste Bolonia y como nos afecta . El objetivo final es que con conocimiento de causa podamos debatir e incluso aportar ideas sobre la transposición definitiva de esta directiva europa del año 1999.
