La Universidad Complutense de Madrid (UCM) está pasando por una crisis económica que nadie vio venir, o al menos eso parece. Ahora, la directiva habla de eliminar aquellos grados, másteres y doctorados que no atraen suficientes alumnos. Pero, ¿por qué no se tomó esta medida antes? Es la pregunta que todos nos hacemos.

La Inercia Institucional

Universidad complutense de Madrid

Es como si la universidad hubiera estado durmiendo en sus laureles. Cambiar es difícil, especialmente cuando hablamos de una institución tan grande y con tanta historia como la UCM. Eliminar programas significa mover a profesores, cambiar planes de estudio y, lo peor, dejar a muchos estudiantes sin opciones claras. Quizás por eso se ha evitado hasta ahora.

El Despilfarro del dinero público

Hablemos claro: ha habido mucho despilfarro. Edificios nuevos que nadie usa, proyectos que parecen más para lucimiento que para utilidad, mientras que programas con potencial se quedaban sin fondos. La transparencia sobre cómo se maneja el dinero ha sido, como poco, opaca lo que nos lleva a concluir que se ha usado el dinero de todos de forma irresponsable.

¿Intereses privados en juego?

Corren rumores, y no hay humo sin fuego, de que algunas decisiones financieras de la universidad podrían haber beneficiado más a empresas o grupos privados que al bien común. No digo que sea verdad, pero la sospecha está ahí. Necesitamos una auditoría seria para ver a dónde ha ido nuestro dinero y quién ha podido tener algo que decir en su distribución.

Esta crisis financiera debería servir como un punto de inflexión. No solo se trata de qué programas ofrecemos, sino de cómo gestionamos la universidad. La UCM debe tomar esta oportunidad para ser transparente, eficiente y enfocada en el bienestar de sus estudiantes y en la excelencia académica, no en intereses ocultos o en mantener una estructura que ya no sirve. Es hora de dar un paso adelante, antes de que sea demasiado tarde.


Publicado por Alba Blanco

Alba Blanco es una periodista especializada en tecnología, conocida por su capacidad para comunicar temas complejos de una manera accesible y atractiva. Con una carrera destacada en el ámbito del periodismo tecnológico, Alba ha sido una voz influyente en la industria, proporcionando análisis detallados y perspectivas únicas sobre las tendencias y avances más recientes en tecnología.