¿Cómo elegir un MBA? Te contamos todo lo que debes tener en cuenta

Supongamos que lo has meditado bien y has decidido mejorar tu futuro profesional  matriculándote en un MBA. Enhorabuena por tu decisión… pero el proceso no termina aquí, ni mucho menos. Actualmente existen en España más de 150 escuelas de negocios. ¿Cuál es la más adecuada para ti? Elegir un centro de estudios puede ser muy farragoso si no se tienen las ideas bien claras. Para no perderse en la miríada de ofertas, hay que saber de qué recursos se dispone y a dónde se quiere llegar.

  • Precio

Aunque un MBA es una de las inversiones más rentables que existen (recordemos que en 3-5 años el salario puede crecer hasta un 60%), no cabe duda de que su coste inicial es importante. Los más baratos rondan los 9.000-12.000 euros, con un promedio de entre 500 y 700 horas entre clases teóricas, seminarios, conferencias y trabajos en grupo.

Los MBA online se cuentan entre las opciones más económicas y tienen otra gran ventaja: su flexibilidad. Son una opción nada desdeñable para trabajadores en activo, pero tienen una desventaja importante con respecto a los presenciales: al faltar la convivencia cara a cara, el networking es mucho más difícil y menos sólido. En caso de elegir un programa online, conviene comprobar que dispone de un buen campus online con foros activos, mensajería instantánea y una comunidad dinámica y participativa.

Las escuelas de negocios de mayor prestigio son mucho menos asequibles. La mayoría de las españolas se sitúan en torno a los 50.000 euros, pero el coste puede alcanzar los 80.000 si se opta por un máster en el extranjero. No obstante, para facilitar el acceso a sus alumnos, es habitual que ofrezcan becas y acuerdos de créditos blandos con distintas entidades financieras.

Existe incluso la posibilidad (remota) de cursar un MBA completamente gratis. La UPM de Madrid ofrecía este año 36 plazas gratuitas en su MBA online. Aunque la oportunidad merecía la pena, las probabilidades de acceder a una de ellas eran escasas: de los 832 solicitantes, sólo un pequeño porcentaje logró ser admitido.

  • Calidad

Los criterios más comunes a la hora de valorar un máster son: rendimiento del capital invertido, tiempo medio de espera hasta encontrar un empleo, prestigio del personal docente, método didáctico (más teórico o más práctico, con proyectos individuales o de grupo, con prácticas en empresas o stages en el extranjero, etc…)

Existen multitud de rankings que miden todas estas variables, aunque cada uno utiliza criterios distintos.

Pero aunque los rankings son útiles, la intuición no lo es menos. Lo importante es averiguar en qué entorno educativo nos vamos a sentir cómodos, qué metodología nos va a ayudar a dar lo mejor de nosotros mismos. Por ejemplo, a un pequeño empresario le interesará un programa donde se haga hincapié en el espíritu emprendedor. A otro alumno puede interesarle una escuela que cuente con un buen elenco de expertos en finanzas, o en marketing, etc, etc… Reúne la máxima información disponible de cada escuela y compara.

La exigencia en las pruebas de acceso también debe tenerse en cuenta. Algunos másteres tienen criterios de admisión bastante laxos. Otros seleccionan a sus alumnos mediante exámenes sumamente exigentes. Conviene elegir honestamente la opción más adecuada para la propia capacidad, aunque requiera un esfuerzo mayor de preparación. La experiencia será más enriquecedora si nuestros compañeros tienen un buen nivel previo.

  • Objetivos profesionales

Es aconsejable tener un plan de carrera a la hora de abordar un proyecto como un MBA. Es decir, saber dónde se está, a dónde se pretende llegar y en qué plazo de tiempo aproximado. En caso de que no puedas responder a estas preguntas, algunas escuelas de negocios disponen de servicios de asesoramiento a la trayectoria personal. Si aspiras a un puesto de alto nivel en una multinacional es probable que te compense apostar por las escuelas de negocios más reconocidas. Si lo que deseas es montar o gestionar mejor tu propia empresa, el prestigio del título pesará menos que una óptima relación calidad-precio.

Averiguar qué perfiles buscan en tu empresa o revisar anuncios para descubrir qué requisitos se exigen en las ofertas de empleo mejor pagadas también son buenas pautas.

  • Situación personal

Sea cual sea tu elección, vas a necesitar el apoyo de los que te rodean. No es lo mismo matricularse en un MBA Full Time cuando se está desempleado o se acaba de terminar la carrera, que renunciar a un sueldo para tomarse un año sabático de formación, especialmente si se vive en pareja o se tienen hijos a cargo. Si optas por un programa a tiempo parcial, compaginar trabajo y estudios tampoco será tarea fácil: te exigirá superarte a ti mismo para mantener elevados tus niveles de productividad. Incluso la modalidad online, aunque más flexible, requerirá autodisciplina y una serie de normas que toda la familia deberá respetar: si eliges esta opción, establece unos horarios de estudio tan estables como te sea posible, aíslate en una habitación y evita las interrupciones al máximo.

  • Instalaciones y extras

La biblioteca, el club de antiguos alumnos (que en algunos casos constituye una magnífica oportunidad de formación continua y networking), la bolsa de trabajo, los servicios de coaching y orientación profesional, etc… son servicios que también deben tenerse en cuenta a la hora de elegir. Si el programa es presencial conviene visitar el centro personalmente y, si es posible, hablar con antiguos alumnos.

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