En el último año el número de emprendedores ha crecido un 6%. Por lo que parece, en tiempos de crisis, montar una empresa está siendo una de las principales vías elegidas para afrontarla. Pero, a la hora de emprender, los futuros empresarios tienen a su disposición una serie de herramientas para saber si la iniciativa empresarial puede ser viable y exitosa.
La planificación debe estar presente desde el principio con el objetivo de agrupar la mayor información posible para que la toma de decisiones sobre la nueva empresa sea consistente. Así, según Consumer.es te recomienda que tengas también en cuenta estos puntos, que te ayudarán a planificar la puesta en marcha de tu negocio.
1. Haz una descripción de la empresa
En primer lugar, se debe detallar la idea que se quiere concretar. Esto incluye el nombre de la empresa, a qué se dedica, cómo es el producto o servicio que se vende, dónde se encuentra, por qué se ha elegido ese negocio concreto o qué objetivos se buscan. Además te aconsejamos que te plantees si el producto o servicio que vayas a comercializar resuelve una necesidad concreta. Piensa que, el producto debe tener la capacidad de que la gente pague por él.
2. Realiza un estudio de mercado
Contar con una descripción integral del entorno es vital para desarrollar nuestra actividad. Esto consiste en realizar un análisis DAFO donde se describen las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Con estos datos podremos demostrar que el negocio podrá ir bien. También te recomendamos que hagas un estudio de tus competidores, directos e indirectos. Debes tener toda la información: dónde están, qué y cómo lo ofrecen y a quién lo ofrecen. Por otro lado, debes saber cuáles son tus clientes potenciales y a través de que manera práctica y concreta puedes llegar a ellos.
3. Ten claro con qué recursos se cuentas
Cuando analicemos los recursos, es bueno incluir todos los recursos humanos y técnicos, es decir, tanto el personal, como las infraestructuras, maquinarias y medios técnicos que se necesitarán. El objetivo es tener una idea global del equilibrio que hay entre el precio del alquiler o compra o el enclave elegido.
También es muy útil para saber qué se necesitará y en qué medida: equipos informáticos para la oficina, aparadores, exhibidores y muebles para una tienda o almacén, etc.
4. Desarrollar un plan de marketing
Otro punto a tener en cuenta es la descripción de las acciones que deberán llevarse a cabo para introducirse en el mercado: las técnicas de venta y campañas de publicidad. Es importante evaluar la conveniencia de aprovechar las ventajas de Internet diseñando una página web, insertarla de manera eficaz en los motores de búsqueda de la red o bien recurrir a la impresión de folletos y material de marketing necesarios.
5. Elaborar un estudio económico y financiero
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Este informe resulta esencial. Incluye el dinero que se necesita, en qué tiempos de be contarse con él, cómo se conseguirá, así como la evaluación de las pérdidas y beneficios esperados durante el primer periodo y los siguientes.
6. Decidir la forma jurídica de la empresa
Existen varias figuras: sociedad anónima, cooperativa, comunidad de bienes o sociedad civil, que tiene sus exigencias formato de cada empresa. Es mejor que os informéis para saber qué tipo de forma jurídica debe tener vuestra compañía.
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