Tendencias de las Escuelas de Negocios

• Las Escuelas de Negocios tendrán que redefinir sus viejas creencias y basarse en cuatro aspectos diferenciadores.

Ofrecer una alta gama de formación que sirva para entender la nueva economía digital y el impacto que genera en la sociedad y en las organizaciones las nuevas formas de entender los negocios. La clave de la enseñanza en las escuelas de negocios estará en enseñar como desenvolverse y gestionar la incertidumbre. Aprender más la habilidad o actitud que la técnica. Aprender desde la experiencia
Alta personalización. Desaparición de los planes de estudios generalizados. Imposición de la formación por competencias.

Hacia el concepto ‘e-school’

El mercado de la formación on-line es demasiado exquisito para que las escuelas de negocios tradicionales se rindan ante él.

En la complementariedad entre formación tradicional y formación a través de las nuevas tecnologías estará la clave. Las e-schools no se tienen que limitar a trasladar el modelo de formación presencial al modelo virtual. Tienen que reconvertir completamente su negocio: en Internet las reglas de juego son diferentes. En un futuro habrá que diferenciar entre aquellos que ofrecen formación y aquellos que gestionan la formación. Los primeros continuarán siendo las escuelas de negocios, los segundos serán portales que te ofrecerán la posibilidad de realizar un curso con la titulación de Stanford o de la London Business School. Todo desde el mismo espacio de conocimiento. Estas comunidades te permitirán formar parte de las mejores escuelas de negocios del mundo sin necesidad de residir parcialmente en su lugar de origen. «

«Vamos hacia el concepto de Aprendizaje Global»

Las necesidades de formar al personal de la empresa han cambiado. Cinco grandes puntos lo caracterizan:

• El incremento de los costes de formación debido a los desplazamientos
• La necesidad de formar a empleados constantemente
• La dispersión geográfica de las oficinas
• La reducción del tiempo de los ciclos de vida de los productos
• La necesidad de crear redes que gestionen el conocimiento de los empleados.

Los empleados necesitan acceso a la información y formación para mejorar su trabajo, cuando y donde la necesiten y un balance apropiado entre la formación tradicional y acceso a la información, donde una complemente a la otra.

Las necesidades del negocio deben de tener la habilidad para entregar la información exacta y aprender de la gente adecuada y, en el tiempo adecuado. Una cultura de acceso abierto que permite y anime a juntar el mejor conocimiento y las mejores prácticos, y un coste tecnológico efectivo para el desarrollo de estas necesidades.

Las organizaciones tienen que redefinir sus planes de formación tal y como lo venían haciendo hasta ahora y empezar a pensar on-line. Tendrán que pasar de resultados formativos a resultados de negocio, de la gestión de la formación a la gestión del conocimiento, del concepto ‘aprendizaje’ al rendimiento del alumno, olvidar el concepto ‘aula’, como se conoce hoy en día, y pasar al anytime…anywhere, (facilidades físicas y facilidades de red), de aprender ‘teorí\’ a aprender ‘habilidades’ y por último y posiblemente la más importante de lo ‘estándar’ a lo ‘personalizado’.

El nuevo paradigma de la formación on-line también tendrá mucho que decir en este campo. A finales de 1999 el 92% de las grandes empresas de EE.UU. pusieron en marcha algún tipo de programa de formación on-line. En el 2002 esta modalidad representará el 50% del total de sus planes educativos, en comparación con un 25% durante 1998 (fuente: Gardner Group).

Integrar la formación on-line en las organizaciones permite una mayor implicación del empleado tanto desde la perspectiva del incremento en la motivación y la implicación en la formación, un aumento en la retención de lo aprendido y una reducción de los niveles de distracción. Este nuevo tipo de formación permite una reducción del 40% del tiempo empleado y del 30% de costes respecto a la formación tradicional, consiguiendo un 30% más de aprendizaje. Desde la orientación del evaluador ofrece la posibilidad de evaluar previamente y de una manera just-in-time dónde, cómo y cuando accede cada persona y cómo va evolucionando en cada una de las materias de aprendizaje. Dónde tendría que mejorar y cómo.

Permite pasar de un conocimiento estático y duradero hacia un conocimiento dinámico. Es un modelo de formación que exige estar activo.

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