
El Día de la Hispanidad, celebrado el 12 de octubre conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, y nos da la oportunidad de reflexionar sobre el legado cultural, lingüístico y educativo que España dejó en América. Este legado se ve reflejado de manera profunda en la educación, particularmente a través de los virreinatos y las universidades.
Los Virreinatos como Centros de Educación y Cultura
Durante la colonización, España estableció varios virreinatos en América, siendo los más destacados el Virreinato de Nueva España y el Virreinato del Perú. Estos no solo eran centros administrativos y políticos, sino que también se convirtieron en focos de educación y cultura.
- Nueva España: En este virreinato, que abarcaba lo que hoy es México y parte de Centroamérica, se fundó la Real y Pontificia Universidad de México en 1551, una de las primeras universidades en el continente americano. Esta institución fue crucial para la educación de la élite criolla y mestiza, brindando una educación basada en el modelo europeo, con un fuerte énfasis en la teología, derecho, y artes.
- Perú: El Virreinato del Perú, que incluía una gran parte de Sudamérica, vio la fundación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1551, considerada la más antigua de América en funcionamiento continuo. Esta universidad fue un centro de pensamiento y debate, influyendo significativamente en la identidad cultural y el desarrollo intelectual de la región.
La Influencia de las Universidades Latinas
Las universidades establecidas durante el período colonial no solo impartían educación formal sino que también servían como instituciones donde se incubaban ideas de independencia y reforma social.
- Pensamiento y Autonomía: Estas instituciones fueron cunas del pensamiento ilustrado en América Latina. Los estudios de derecho, filosofía, y literatura contribuyeron a la formación de líderes que luego abogarían por la independencia.
- Preservación y Difusión Cultural: Las universidades también jugaron un papel esencial en la preservación de las lenguas y culturas indígenas, aunque esto fue contradictorio, ya que simultáneamente promovían la hispanización. Sin embargo, la fusión de culturas dio origen a una identidad híbrida que es evidente en la literatura, el arte y la educación actual.
- Legado Educativo: Hoy en día, las universidades en América Latina continúan este legado, adaptándose a los cambios globales pero manteniendo fuertes lazos con sus raíces culturales. La educación en estas instituciones refleja una mezcla de tradiciones europeas con las realidades y saberes locales, creando un sistema educativo único.
La Instrumentalización del Pasado
Algunos líderes populistas latinoamericanos han utilizado la narrativa de la colonización como un arma política, simplificando siglos de interacción cultural a una dicotomía de opresores versus oprimidos. Esta visión omite la complejidad de la historia, donde hubo mestizaje, intercambio cultural, y también resistencia y opresión.
Al usar la bandera de la anti-españolidad, estos movimientos buscan construir una identidad nacional basada en la oposición a un «otro» histórico. Sin embargo, esta práctica puede llevar a una alienación innecesaria, obviando que la cultura, lengua, y gran parte de las tradiciones que hoy forman la identidad latinoamericana son, en efecto, hispánicas.
Educación y Perspectiva Histórica
En algunos sistemas educativos, este populismo influye en la manera en que se enseña la historia, promoviendo una visión que puede fomentar resentimiento en lugar de comprensión. La educación debería ser un espacio para el análisis crítico, donde se reconozcan tanto los aspectos negativos como los positivos de la colonización y su legado.
La crítica a estos populismos no debe entenderse como una defensa acrítica del colonialismo, sino como una invitación a un debate más inclusivo y menos polarizado. Es vital reconocer las atrocidades y las injusticias del periodo colonial, pero también valorar la herencia cultural, lingüística y educativa que ha contribuido a la diversidad y riqueza de América Latina.
Hacia un Diálogo Constructivo
La celebración del Día de la Hispanidad podría ser un momento para promover la reconciliación y el reconocimiento mutuo. En lugar de usar la historia como una herramienta de división, se podría enfocar en cómo las influencias mutuas han dado forma a identidades complejas y multifacéticas.
La educación juega un papel crucial en este proceso. Fomentar un currículo que refleje la historia con todas sus aristas, promoviendo el pensamiento crítico y la comprensión de que las identidades modernas son el resultado de múltiples influencias, puede ayudar a desmontar los discursos populistas que simplifican la narrativa histórica.
Las relaciones entre España y América Latina deberían basarse en la diplomacia cultural, reconociendo tanto los lazos históricos como las soberanías nacionales. Esto implica un esfuerzo conjunto para construir una narrativa compartida que no ignore las sombras del pasado pero que también celebre las luces de la herencia común.
La educación y el Día de la Hispanidad están intrínsecamente ligados. La influencia de los virreinatos y las universidades latinas en la educación actual, demuestra la rica herencia cultural y académica que España legó a sus excolonias, una herencia que sigue siendo un pilar fundamental en la construcción de identidades y en el desarrollo intelectual de América Latina.

Emprendedor tecnológico en serie y business angel. Socio fundador de Green Living. En el pasado fundé la Escuela Virtual de Empresa (UB y Grupo Planeta) e IEBS Digital School. Experto en Transformación Digital, Growth Marketing, RPA y Automatización.