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Qué es la curva de cambio de Kübler-Ross en el proceso de duelo y gestión del cambio organizacional

Qué es la curva de cambio de Kübler-Ross

Hablar de la Curva de Cambio de Kübler-Ross es adentrarse en un modelo originalmente desarrollado para explicar las actitudes de las personas ante la pérdida de un ser querido. La psicóloga suiza Elisabeth Kübler-Ross ideó este enfoque con el fin de ayudar a comprender y aceptar el proceso de duelo. Sin embargo, con el paso del tiempo, este esquema de cinco etapas se extendió a otros ámbitos, como el cambio personal o incluso la transformación organizacional.

Matriz del cambio en gestión de equipos

El motivo de su popularidad radica en que todos, en algún momento, afrontamos transiciones de gran impacto. A nivel personal, puede tratarse de un divorcio, de un nuevo proyecto vital o simplemente de la decisión de dar un giro en nuestra carrera. En el contexto empresarial, la Curva de Cambio se ha convertido en una referencia para entender las reacciones emocionales de los equipos cuando se enfrentan a procesos de change management. Al fin y al cabo, las personas pueden experimentar las etapas de shock, negación, ira, negociación y aceptación tanto en su vida privada como en su entorno laboral.

Estas fases no siempre ocurren en orden lineal, ni duran lo mismo para cada individuo. Precisamente ahí radica el valor de la Curva de Cambio: nos sirve de guía para empatizar con quienes atraviesan una transición, sin olvidar que el ritmo emocional varía de una persona a otra. Entender que la “fase de negación” puede convivir con la “fase de negociación”, o que se puede pasar de la ira a la aceptación sin seguir un cronograma estricto, nos ayuda a gestionar conflictos y resistencias de forma más comprensiva.

En el entorno empresarial, esta visión resulta útil para líderes y gestores de equipo. Cuando se anuncia un cambio repentino —una fusión, un rediseño del modelo de trabajo o un nuevo software—, es frecuente encontrar individuos que se sientan amenazados o reticentes. La Curva de Kübler-Ross ofrece claves para reconocer esas actitudes defensivas y, en lugar de forzar la adaptación de forma rápida e impersonal, acompañar a los colaboradores en el tránsito hacia la aceptación. Se trata de ofrecer la comunicación y el soporte adecuados en cada fase, para minimizar el estrés y la incertidumbre.

Al final, no podemos olvidar que la Curva de Cambio sigue siendo un modelo orientativo. Ni la pérdida de un ser querido ni la adopción de una nueva política de empresa responden a un guion fijo. Aun así, su vigencia en la vida diaria y en la gestión del cambio organizacional muestra la importancia de reconocer —y respetar— las emociones humanas implicadas. Después de todo, cada paso en el proceso de cambio es un recordatorio de la complejidad de nuestras reacciones, así como de la necesidad de encarar los desafíos con empatía y comunicación abierta.

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