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Qué es el EBITDA y por qué todo el mundo habla de él

Qué es el EBITDA y por qué todo el mundo habla de él

El EBITDA es una de las métricas financieras más citadas en el mundo empresarial. Pero… ¿realmente entendemos lo que mide y cómo utilizarla de forma inteligente?

En este artículo te explicamos paso a paso qué es, para qué sirve, cómo se calcula, sus limitaciones y cómo evitar caer en análisis superficiales o manipulados.

¿Qué significa EBITDA?

EBITDA es el acrónimo en inglés de Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization, es decir: beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.

¿Qué intenta medir?

¿Por qué es útil el EBITDA?

Esta métrica permite comparar empresas de forma homogénea aunque tengan:

Ideal para comparar negocios, valorarlos o evaluar su capacidad operativa para generar caja.

Cómo se calcula el EBITDA

Desde el resultado neto:

Resultado neto
+ Intereses
+ Impuestos
+ Amortizaciones
+ Depreciaciones
= EBITDA

Desde los ingresos:

Ingresos – Gastos operativos (sin incluir amortizaciones ni depreciaciones)
= EBITDA

Lo que el EBITDA no incluye

No tiene en cuenta:

Por eso se dice que “limpia” el beneficio para ver la rentabilidad pura del negocio.

¿El EBITDA representa caja real?

✘ No.

El EBITDA no es el dinero disponible en el banco, sino una métrica contable.

Aún faltan por salir partidas importantes como:

¿Se puede “maquillar” el EBITDA?

Sí. Y es bastante común.

Algunas formas habituales de manipularlo son:

  1. Activar gastos en lugar de llevarlos como pérdida (por ejemplo, desarrollo de software).
  2. Modificar el ritmo de amortización para reducir gastos.
  3. Eliminar gastos no recurrentes a conveniencia.
  4. Anticipar ingresos.
  5. Reclasificar gastos como inversión.

El EBITDA no está regulado por las NIIF. Cada empresa puede definirlo con ligeras diferencias.

Cómo interpretar correctamente el EBITDA

Cómo usar el EBITDA con inteligencia

Úsalo para:

PERO acompáñalo siempre de:

El EBITDA no debe ser el único criterio de análisis.

Conclusión final

El EBITDA es, sin duda, una métrica poderosa… si sabes cómo interpretarla. Permite entender la rentabilidad de una empresa en términos puramente operativos y facilita la comparación entre compañías. Pero también puede ser una cifra fácilmente manipulable y limitada si se usa de forma aislada.

La clave está en el contexto. Aprende a combinar el EBITDA con otras métricas y evita caer en análisis simplistas o engañosos. Solo así podrás tomar decisiones realmente informadas.


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